Los números del agua potable. Por Juan Botana

Los números del agua potable. Por Juan Botana

Quienes tenemos acceso al agua potable indiscriminadamente deberíamos ser más conscientes de su saneamiento y cuidado.

A grandes rasgos podemos decir que las fuentes de agua del planeta son amenazadas por el crecimiento de la población, la industrialización, la urbanización y el aumento del consumo. La letra chica indica que en cada acción individual, cada ducha larga, cada canilla que queda goteando o que no se cierra cuando, por ejemplo, nos lavamos los dientes, estamos haciendo un gran aporte para profundizar este grave flagelo.

Los números asustan. Según Naciones Unidas: 2.500 millones de personas en el mundo –una tercera parte de la población- sufren de escasez de agua. Y de seguir así, para el 2030 esta cifra alcanzaría al 50%. 3 de cada 10 personas carecen de agua potable en sus hogares. 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura. 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma adecuada. 340.000 niños menores de 5 años mueren cada año por enfermedades diarreicas. La escasez de agua ya afecta a 4 de cada 10 personas. El 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua. El 80% de de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas. La agricultura exige el 70% de la extracción mundial del agua. El 75% de las extracciones de agua industrial se usan para producir energía. La falta de agua, saneamiento e higiene causan alrededor de 842.000 muertes al año. Por el contrario, la mejora del saneamiento reduce las enfermedades por diarrea en un 32%. Las enfermedades producidas por agua contaminada matan a más gente que cualquier forma de violencia, incluida la guerra. El agua contaminada causa, entre otras, diarrea, cólera, disentería, fiebre tifoidea y poliomielitis.

El agua está presente en casi todos los productos que usamos, compramos y vendemos. Casi todo está hecho con agua o de agua. Por citar algunos ejemplos. Para producir un bife se necesitan 15.415 litros de agua. La mayoría se usan en hacer crecer el pasto que alimenta a la vaca que da ese bife. Para producir un jean se necesitan 10.000 litros de agua. Para producir una remera de algodón se necesitan 2.500 litros de agua. También está lo que se llama “Consumo invisible”, que es el consumo de agua que no se percibe a simple vista y la “huella hídrica”, que es la cantidad de agua usada en producir bienes o servicios (concepto que recuerda con sus diferencias a la “huella ecológica” o “huella de carbono”, o el conjunto de emisiones de CO2 que implica la fabricación, transporte y consumo de un producto).

En julio de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento. E indicó que todos los seres humanos tienen derecho a acceder a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros persona/día), que sea segura, aceptable y asequible (el precio del agua no debe superar el 3% de los ingresos del hogar) y accesible físicamente (la fuente debe estar a menos de 1.000 metros del hogar y recogerla no debe tomar más de 30 minutos).

La Constitución Nacional establece que todos tenemos derecho a un ambiente sano. Conscientes de esta situación, uno de los primeros desafíos del gobierno nacional, cuando asumió Mauricio Macri, fue el de brindar a toda la población agua potable y cloacas; generar energía con menos emisiones de gases de efecto invernadero; crear comunidades sostenibles, y que sea delito atentar contra el medio ambiente. Y muchos los fuimos logrando. En cada municipio y en cada provincia se extendió la red de cloacas y en la ciudad de Buenos Aires se adoptaron medidas para reportar el uso indebido del agua en la vereda.

El auténtico oro líquido ya no es el petróleo, sino el agua. Los números lo confirman. La del agua es una lucha global y urgente que salva vidas. Debemos conservar, gestionar y hacer un uso eficiente del agua en beneficio de toda la vida en la Tierra.

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