Te escribo con lo que me falta,
con lo que me queda.
Te escribo con mi amor intacto,
aunque las críticas y el dolor
no me dejen ver.
Las lágrimas se llevan mis sueños
de tu almohada.
Y no sé dónde poner la tristeza.
No es tu culpa
que yo no haya podido.
No es mi culpa
que vos seas así.
Malena será el sol
que nos una para siempre.
Sos hermosa, inteligente, difícil.
Alguna vez fuiste Dios para mí.