Las viudas de los jueves, la Filosofía menemista en carne viva. Por Gabriel Palleres

Las viudas de los jueves, la Filosofía menemista en carne viva. Por Gabriel Palleres

No es una película histórica, pero en esta historia policial afloran toda la filosofía neoliberal y menemista que terminó en la crisis de 2001. Repasemos su argumento: La cerrada comunidad de “Altos de la Cascada”, un barrio privado donde conviven familias de clase alta en el 2000, se conmueve con el hallazgo de tres cadáveres que aparecen flotando en una piscina y se apresuran a encuadrarlo como accidente. Es el punto de partida para que a través de la vida de algunos matrimonios que allí habitan, Tano -gerente de una multinacional- y Teresa, Ronnie que vive a expensas de su esposa Mavy, una agente inmobiliaria, Martín y su insatisfecha esposa Lala y los recién llegados Gustavo y Carla, la película nos brinde una descripción del sector social que compone ese tipo de comunidad y, por extensión, a un sector más amplio de la sociedad de la época. Pero este es solo el punto de partida de la película: a media que avanzan las historias, este mundo perfecto comienza a desmoronarse y la desdichada vida de los protagonistas ponen en tela de juicio el supuesto accidente.

Lo interesante de la película, basada en la genial novela de Claudia Piñeiro, es que el mundo perfecto del country empieza ser alcanzado por las fisuras que sufre el país: muchos se quedan sin trabajo y tienen que irse del paraíso; la pobreza, empieza a asecharlos, a salpicarlos de realidad. Frente a este panorama nefasto, los protagonistas deciden: morir con dignidad y asegurar el futuro de su familia o vivir en ese infierno llamado pobreza.

El Tano, protagonista y aglutinador de las historias del resto de los matrimonios, es el arquetípico héroe del mercado: egoísta, frio, calculador. Lo deja bien claro en una frase esclarecedora: “La plata es el verdadero idioma universal, todos entienden de que hablas” Pero esta especie de Gordon Gekko (Wall Street), sufre silenciosamente su materialismo y superficialidad extrema: su mujer no lo ama, sus hijos no saben quién es realmente ese Dios del mercado y este drama íntimo lo lleva a platear propia muerte.

La Filosofía menemista de “sálvese quien pueda” se respira a lo largo de todo el relato; también ese egoísmo acentuado que marcó los años 90 y, fundamentalmente, la parábola más didáctica de esta época:  la especulación que te encumbró en su montaña rusa, te puede largar y dejarte caer hasta chocarte con el pobrerío, con las ferias, con las colas de desempleados, con un país anémico.

Las viudas de los jueves se estrenó en 2009, después de años de esperar la adaptación de la clásica novela. El ojo del consagrado director Marcelo Piñeyro (Tango Feroz, Plata Quemada) está presente en todo el relato y la convierte en una digna adaptación de la obra literaria.

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