Cuando desde lejos miro mis sembrados
los veo opacos aplastados
arrojados a la vibración del viento
endebles ante su ferocidad
percibo el olor rancio
y ya no el perfume intenso que expandían
cuando recorro los surcos piso temerosamente lento
la tierra rajada
resentida
me agacho para tocarlos
y la dureza de cada tallo cada hoja frena mis manos
contemplo el campo cubierto de clavos
desgarrando la tierra
amenazando a las aves que se acercan
antes
veías el brillo de tus sembrados
sobre la superficie inmensa circulaban las aves y permanecían
cada tallo cada hoja se ondulaba elástica ante la vibración del viento
se expandía
el perfume intenso por los caminos
al pisar el suelo tus pies latían en la blanda frescura de la tierra viva
es por eso que hoy maldigo esta sequía
este sol exagerado
el viento ardiente
recuerdo
haber visto ahogados tus sembrados
haberte visto contemplar el charcal
un pozo enorme donde se hundían cada tallo cada hoja
al recorrer los surcos
tus pies ni siquiera podían pisar sin romper
el barro se plegaba en tus piernas
eras lento
temeroso al andar
maldecías la lluvia que hoy ansías
y rogabas por este sol exagerado
por el viento ardiente
pero hoy percibo la mudez del fin
lo perdido es maleza
la lluvia llegará
la siembra que deba vivir rejuvenecerá
esos son tus sembrados.