La vida y sus ecuaciones. Por María Margarita Pérez Vallejos

La vida y sus ecuaciones. Por María Margarita Pérez Vallejos

Desde que di mis primeros pasos en la Internet, hace cerca de veinte años, nunca tuve la intención de salir unos días y ver qué se siente sin las redes. A veces, es elección propia, personal y pensada. Esta casualidad la deseaba, pero en un tiempo en que me estaba dando una forma distinta en el manejo de mis publicaciones y me iba bien, no estaba decretando ir de vacaciones, pero un acontecimiento ocurrió y salí, molesta, sin temos de perder mis cosas y trabajos de tantos años. ¿Será que la vida es tan sabia y sabe más que uno mismo cuando no se puede más, aunque se crea que está en el Parnaso idiotizado del pensamiento? Hay que tocar fondo y qué bueno que se toca fondo y más allá no puedes ir porque mueres. Si alguien ha querido que muera, parece que no es el momento y estoy aquí, viendo diferentes realidades. Salí por la puerta grande y entré por esta misma. Gracias

No sentí angustia cuando cerré todo, ni temores de perder y sabiendo que no debía nada a nadie. Era como quitarme un piano que estaba sobre mí cuerpo, atorando mis pensamientos, ambicionando desde las sombras lo que no debía y no me daba cuenta que no era el camino para ver la luz y no es que lo haya encontrado, pero estos días me ayudaron a pensar y a darme cuenta un poco sobre qué terreno piso.

Cuando a uno le duele demasiado algo, ya sea porque está enferma o recién operada, se desespera, pero acudir al doctor, pedirle que se acerque para que le explique algo de lo que está sucediendo y que produce el dolor, esa explicación suya, es valiosa. Uno visualiza sus órganos y al comprender que debe doler por la razones que le han dado, créanme, es como si un bálsamo suavizara los extremos de lo que uno soporta y pasan los días, se viene fuerte a veces, pero siguen pasando los días y uno va ayudando a su dolor, a estar con él, a darle confianza. ¿Que por qué digo esto? Nada más porque en este mundo virtual, también se sufre y en ocasiones es incomprensible y se continúa aquí porque es lo que se ha elegido por las razones que sea. Cuando ya alcanza, según los cálculos, la vida, se siente pesadez, ve las cosas que no gustan y se deben aceptar porque las generaciones han cambiado, las costumbres son diferentes. Nos espanta el libertinaje en muchas ocasiones y las cosas que siempre han ocurrido, se exhiben aquí a vista y paciencia de todos. Y cuesta aceptar las verdades porque aparecen como mentiras y hay mentiras que parecen verdades. Uno es un alma más en este mar de gentes que no ha visto, sólo es confiar de almas cuando se produce alguna conexión lumínica que predice que se puede confiar.

En estos días que estuve afuera no extrañé nada. Pensaba en algunos buenos amigos, amigas y todo lo documentado que aquí tengo, pero no tuve ansiedad por regresar. Tenía temor de volver a entrar. Siento que desde afuera, aprendí cómo será mi manera de enfrentar este mundo de la mejor manera.

Estudié lo que me gusta. Me informé de algo que sólo veía por encima como fue algo tan fuerte que al saber pude comprender que antes y después del accidente nuclear en chernobyl, nuestro planeta sufrió un cambio que, a mi modo de pensar, dañó en gran parte el oxígeno del mundo y que sumado a eso, ya había más componentes que su sumaban a nuestro aire que hoy respiramos y muchos con consecuencias incurables. Ese caso de Chernobyl hizo un cambio de dimensión nuestra realidad y la de ellos, yo no lo sabía y me gustó saberlo, para dar menos importancia a las cosas que no la tienen.

Me gusta mucho leer las historias de los personajes inteligentes que hemos tenido y más aún si tienen problemas físicos, mentales , pero que son genios y han dejado abierto al mundo para que la ciencia continúe, aunque a veces, es tan nefasta, nada se puede detener porque la vida se vive para adelante, no en reversa.

John Forbes Nash es uno de mis favoritos y esta frase que hice mía por mucho tiempo, dedicada a su esposa que lo acompañó siempre:

«¡Gracias! -Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica? ¿Quién decide la razón? He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante, … y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica. Estoy aquí esta noche gracias a tí. Tú

eres mi única razón de ser. Eres todas mis razones. ¡Gracias!»

Aparece con otro tipo de letra porque lo copié tal cual de WIKI.

Aprendí un poco más sobre Stepher Hawking. Su vida, sus años de adolescente alegre y conquistador con esos ojos que uno puede darse cuenta, que pueden ver más allá de las estrellas. Es maravilloso ver la naturaleza que comprende todo, el ser humano con su suerte, con sus misiones, penas, enfermedades, desesperaciones y para algo lo tiene la vida. Me gusta su valor y su enfrentar la realidad extrema y no decir: -me mato para llevarla fácil-. Para algo son las cosas y somos tan mínimos y muchas veces nos sentimos el florero de la mesa. Este señor físico es admirable en sus ecuaciones, palabra repetida mil veces de su boca y que cada una tiene un sentido relevante para la próxima generación de científicos que se dediquen a investigar a profundidad sobre Los Hoyos Negros. La estrella es una fusión de luces que se apagan y forman un hoyo negro. “La gente afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino. Mira antes de cruzar la calle” Frases tan sencillas, pero tan remotamente sencillas y nos abren el entendimiento de par en par y nos, no, me hizo comprender lo ínfima que soy y lo que puedo llegar a comprender y sigo siendo ínfima, invisible, pero mi alma está llena. Y tanto que me falta. Hay personas que dicen que era una sinvergüenza, enamoradizo y otras cosas, pero con una honestidad de caballero, Fue un Sir, honor que no aceptó de los Reyes, simplemente, porque no quiso. Para él su vida estaba llena de vida y se deben ver las obras, el legado que sirve para saber más o menos en dónde nos situamos. Estoy muy emocionada y quiero saber más, que nada me asuste, que nada me hiera porque es “perder el tiempo en nimiedades”.

Yo no puedo escribir sin extenderme cuando se trata de temas como este porque no tengo el don de la poca palabra para decir mucho.

Salir un rato de las redes es reencontrarse con la vida y les recomiendo leer, ver documentales porque uno regresa nueva y con otra visión para entregarse mejor a lo que se hace y a los pocos amigos que tengo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *