En esta vida hay de todo poetas y poetastros, hay quienes confirman su don poético, mientras que hay otros que lo niegan.
La poesía es un remedio infalible, así tomado literalmente el concepto, su fin terapéutico es claro de quienes procuran ejercerlo, la poesía quita el hipo, articulando bien las palabras con un poco de histrionismo.
Hay quienes gozan llamándose poetas y no son mas que poetastros sin porvenir.
Para hacerse poeta hay que transitar por un camino intrincado, sinuoso y laberintuoso.
La poesía se viene inculcando desde que somos niños y es motivo de ufania ante los vericuetos y algoritmos de la rutina diaria.
La lucha de clases veda la atracción por el arte poético y no debe haber lucha de clases mientras se aprecia los prodigios del arte en general.
Por ejemplo, el gueguense no puede ser asiático porque es latinoamericano, puro nicaraguense envidiado por muchas culturas que lo veneran en demasía…
