La palabra: carta abierta de María Elena Gómez

La palabra: carta abierta de María Elena Gómez

En esta inestable realidad que vivimos ¿Quién tiene la palabra?

Pareciera que todos nos volvimos menos humanos y más máquinas, número, x.

Y detrás de eso que no nombra hay hombres, mujeres, niños y ancianos.

Parece ser que la palabra carece de valor. Otra gente, en otro tiempo le bastaba con decir:” te doy mi palabra” luego un apretón de manos, y el pacto quedaba sellado, vale decir que la palabra tenía valor intrínseco.

Decir algo era un hecho irrefutable, tal vez porque la gente no decía cualquier cosa. Ni usaba la palabra como artilugio argumental para denostar a otro, ni para hacerlo sucumbir en una carrera de malas interpretaciones.

El respeto por la palabra significaba honor, palabra en desuso.

Nadie ahora se fija en su honor ¿Qué es eso? ¿No?

El honor sería el respeto y la consideración por uno mismo y por l9s demás equivale a decir: dignidad.

El ser digno, que deriva de la virtud. Una persona honrosa y virtuosa: es una persona que presenta características de honestidad y coherencia, es respetada por otros, es fiel a sus compromisos, asumiendo la consecuencia de sus acciones

EL virtuosismo es coherencia entre pensamiento y palabra. Una persona virtuosa es empática.

Ahora, vemos que la palabra se ha devaluado, así como también lo ha hecho el ser social.

La palabra pierde peso a medida que se la desmerita, se le quita crédito, preponderancia utilizándola como insulto en lo cotidiano, eufemismos de la verdad.

El discurso es una forma de comunicación verbal que se centra en la transmisión de ideas, pensamientos y opiniones a través de la palabra. es una herramienta fundamental para la comunicación humana, que permite expresar ideas, sentimientos Su estructura, elementos y funciones son clave para una comunicación efectiva y persuasiva.

La palabra forma parte del lenguaje discursivo que se emite para comunicar algo

que le haga comprender al otro sujeto social una postura determinada

El grito discursivo significa énfasis en lo que se transmite, así como también desesperación y agresividad.

Faltan palabras sobran emociones y gritos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *