¿Cómo no defender lo que nos hace un pueblo libre?
¿Cómo no querer ser educados?
¿Cómo no pretender que quién quiera educarse lo haga, independientemente de sus posibilidades económicas, solo por su vocación y su tenacidad?
¿Cómo puede ser que a quién nos gobierna no le importe su pueblo, y lo haga en pos de la economía y los poderosos de acá, o de los imperios externos?
Mientras busco las respuestas a estas preguntas solo sé que hay que actuar en defensa del modelo de país que queremos para nosotros, y este “Nosotros” coincide plenamente con lo que “No” considera nuestro presidente “Su” nosotros, porque para él, nosotros somos “Ustedes”.
Ustedes los pobres, ustedes los zurdos, ustedes los viejos, ustedes los negros, ustedes las mujeres, o ustedes los enfermos… Allá él.
Hoy más que nunca todos nosotros, los que no encajamos en su modelo de gente “Bien” seremos quienes lucharemos por el país que queremos ser, para “Nosotros, para nuestros hijos y para la posteridad”. Como lo soñaron Belgrano, Moreno, San Martín, o Güemes.
Nosotros, los educados en universidades públicas, y otras instituciones públicas de nivel terciario, secundario, primario, iniciales, centros de Adultos… etc, le dimos, le damos, y le daremos a nuestra patria, personas útiles y capaces de generar cambios. Siempre fue así, los grandes cerebros nacionales egresaron siempre de las universidades públicas.
Valen oro. Y si fueron premiados mundialmente es por algo.
Ningún presidente tiene derecho sobre quién lo votó.
Así que, a este presidente desprolijo en su peinado y mucho más en su accionar, solo le queda entender que el pueblo dice que país quiere para si, y no él.