La lluvia cae, y es inicio de toda vida. Motor de la pacha es su visita. El agua siempre lava, siempre hidrata y purifica. Nada es igual luego de su paso, y como un regalo nos da olores, la tierra agradecida. Las plantas reviven bendecidas, se reproducen las bacterias, nacen los insectos y todo fluye en un nuevo ciclo, en un nuevo comienzo. Ella es paz y renacimiento. De su energía se nutre cada animal, al igual que cada hombre con la suficiente sensibilidad para poderla apreciar. Es un placer que estimula los sentidos. Y al final de su paso el cielo agradecido le regala sus colores de arcoiris divino.