En la villa muchos pibes ya no juegan,
la juventud florece sin querer entre los
callejones, su gente trabaja sus mundos
construyendo sueños y emociones.
Veredas cortas en cada rincón del barrio
donde no se puede caminar, ahí la libertad
se sienta entre risas y sueños
que van en bandadas y forjan en sí un
lazo que nada podrá desarmar.
En cada esquina, estas historias se entrelazan,
tejiendo la tela de una comunidad donde
la solidaridad es la moneda de cambio,
y las esperanzas se hacen realidad.
En la villa late fuerte el corazón,
Acá la gente es valiente y luchadora, y
el amor y la libertad son bandera,
guiando el camino con luz redentora.
Luchamos contra las adversidades, superamos
Obstáculos que ni imaginamos. El desamparo, la desidia, la droga y el abandono social.
Nunca olvidamos las luchas perdidas, y ganadas.
En mi barrio la sombra oscura parece disipada y
Algunos sueños rotos aparecen a patadas. Y vos, y estas calles y pasillos entrelazados nos
abrigan mucho para no sentir tanto el desapego a la mañana.