Axel y Cristina.
Perón, el conductor del movimiento de masas más grande de la argentina, tuvo sin embargo, algunos qué pusieron en cuestión su liderazgo; primero fue Vandor, y más tarde los Montoneros; ambos fracasaron en el intento. Luego de su muerte, cómo el mismo lo definiera: … (Su) “Mi único heredero es el Pueblo”. Eso, a priori, se puede traducir en que los dirigentes con capacidad de “tomar el bastón del mariscal” fueron y son muchos. La primera interna Peronista Post – mortem del General, fue la de Cafiero-Menem, y ya todos conocemos la historia; Menem ganó y luego de mentir con el “salariazo” y “la revolución productiva”; ofreció lo que quedaba del “Estado de bienestar” Peronista, en el altar del Neoliberalismo.
A pasado mucho tiempo y dirigentes desde aquel tiempo; entre ellos Duhalde, 5 presidentes en un día; hasta la llegada Néstor Kirchner, el que produjo una “Anomalía” en el medio de la globalización financiera, intentando reconstruir, de manera contracíclica, algo del Estado de bienestar en ruinas. Cristina lo continuó en su liderazgo y en sus políticas, en bienestar del país y del pueblo argentinos.
CFK se convirtió en “la Jefa” del Peronismo y de un espectro aún más amplio, que abarcó a un gran arco de argentinos, provenientes de distintos sectores y partidos; desde radicales, Socialistas, comunistas, progresistas en general, que constituyen lo que otrora fuera en Campo Nacional y Popular.
La decisión de Cristina, que ya lleva 10 años, de no presentarse como postulante a la primera magistratura, luego de ejercerla por 2 veces consecutivas; abre un interrogante en el presente: ¿CFK volverá a intentar competir por la presidencia de la república? Si eso sucediera, seguramente la mayoría del Campo Popular la acompañaría. Sin embargo, la historia reciente, en la que la conductora del Peronismo, decidió delegar el poder, primero en Scioli y luego Alberto y por último en Massa como candidatos, pareciera indicar, en principio, que esa posibilidad no es una alternativa.
Sin embargo, Cristina, volvió por sus fueros, y se convirtió en la presidenta del Partido Justicialista; siendo, cómo es, la jefa indiscutida del movimiento.
Paralelamente ha emergido naturalmente un dirigente, que gobierna ya por dos períodos consecutivos la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires; poniendo en acto, un postulado que el propio Perón puso en valor en su vasta bibliografía: “El trasvasamiento generacional”. Cuando se dan las circunstancias, la dirigencia más joven debe “tomar el bastón del mariscal”.
La interna que se ha desatado en el Peronismo, perjudica los intereses de las grandes mayorías populares; a tener una herramienta electoral unívoca, que enfrente al verdadero desastre nacional que nos gobierna. La disputa por el poder interno no debiera enrarecer la alternativa electoral; la mayoría del pueblo está esperando gestos de unidad, para que no se debilite la potencialidad de la gran fuerza hoy opositora.
Por consiguiente, si no existen diferencias ideológicas, la convivencia, la unidad y el acuerdo, es la salida más conveniente para el pueblo argentino. No puede haber interna caníbal en el Peronismo; Axel, debe reconocer la jefatura indiscutida de Cristina en el Movimiento, y Cristina, reconocer la emergencia de Kicillof como el mejor candidato a presidente por el espacio. Y acordarse un programa de gobierno, para el 2027, de riguroso cumplimiento por parte del candidato elegido, que enmiende los yerros y la descoordinación que existieron en el Gobierno de Alberto: Esa situación no puede volver a pasar; debe haber unidad de acción y unidad de concepción; de esa manera la convivencia de una Jefatura política por parte de CFK; y el transvasamiento generacional con Axel Kicillof como candidato; puede brindar una esperanza ante tanto odio y desprecio por la argentina y los argentinos destilados por Milei. –
