Reducto de dolor en donde mató un traidor, de uniforme y de mente deforme que supo elegir quién vive, y quién no.
El sótano de la muerte para quien cayó y no tuvo suerte, y en desaparecido luego lo convertiría. Y su cocina, como contraste que supo traer vidas de mujeres embarazadas que después desaparecerían, para ser criadas por otras familias amigas de algún genocida. Tanto horror y dolor solo pueden soportarse entre todos, y con la paz que da la verdad de cada niño recuperado de una vida de mentira para darle una razón para florecer, y ser quien siempre debió ser. Hoy el cielo se abrió, y amanece aquella noche de lápices y de picanas en una memoriosa mañana. Hoy la luz de la justicia al sótano llegó. Hoy hay menos horror y más razones para dejar de olvidar el crimen con las apariciones, y para sentir con claridad de verdad allá, al final de ese oscuro túnel. Hoy también siento miedo al posible futuro venidero. Porque hay un peligro latente en quienes pretenden llegar al poder porque están ligados a este pasado, y que se encarnen en un futuro tan cercano que podría ser pronto, el presente mas odiado.