Jerónimo Grondona es psicólogo argentino UBA y trabajador de la salud mental en Australia.
¿Cómo es ser psicólogo en Australia?
En principio, esa es una pregunta que no puedo contestar concretamente porque no estuve trabajando ni estoy trabajando actualmente como psicólogo en Australia. Para poder hacerlo, sobre todo, con un título que proviene del extranjero, de otro país, es necesario para sacar la matrícula y poder ejercer acá legalmente, es necesario hacer todo un proceso a través de un proffesional body que empieza con un examen de inglés, un puntaje muy alto que hay que obtener en un examen de inglés para que ellos después evalúen el título, los años de formación, los programas académicos y demás y determinen, lo que en general determinan, que es que siempre hay que completar con un poquito más de estudio.
A veces hay que hacer un master de un par de años de duración o de un año. A veces también se requieren juntar una cantidad de horas de supervisión que deben ser con un supervisor australiano. Con lo que yo tengo pensado hacer eso y estoy estudiando para poder dar el examen de inglés que es el primer paso para avanzar con la matrícula.
Pero todo lo que estuve haciendo desde que llegué hasta ahora es trabajar como Support Worker, dentro del campo de la salud mental desde que llegué de Argentina, trabajando en este rol que es más o menos como el de acompañante terapéutico. No es exactamente lo mismo, pero es bastante parecido.
Primero, trabajé en el ámbito de la discapacidad y ahora estoy trabajando en adicciones. En Resac que depende del Ejército de Salvación. Así que si bien estoy en contacto con la salud mental y con todo ese campo en Australia, no como psicólogo.
¿Qué te hizo migrar?
Creo que es una pregunta que tiene varias respuestas. Creo que la primera tiene que ver con algo que siempre sentí de chico. Mi primer recuerdo de eso es a los 10 o 11 años, de querer migrar, de querer conocer otras culturas en profundidad, de conocer otros estilos de vida y eso siempre fue algo que estuvo en mí, dando vueltas.
Yo fui padre joven, entonces eso me limitó un poco a la edad de los veinte y pico que es cuando todo el mundo suele migrar, yo estaba siendo padre; así que no pude hacerlo en ese momento y no me gusta quedarme con cosas en el tintero en mi vida, así que lo encaré a los cuarenta y pico y estoy muy feliz de haberlo hecho porque es una forma de haber cumplido un sueño que tuve desde chico. Si bien tuvo partes buenos y partes muy amargas la migración. No me arrepiento porque lo tenía en el tintero y lo tenía que hacer.
Por otra parte, otra respuesta posible a eso: es las continuas crisis en la Argentina y la dificultad tan grande a veces como para poder avanzar, poder tener un ahorro que te permita ir creciendo a nivel económico.
¿Los australianos tienen los mismos problemas que nosotros?
Si nos referimos a los problemas de salud mental, los psicólogos, la gente que trabaja en la salud mental; en general, trabajamos con problemáticas que son humanas, así que sí. Por un lado, tenemos los mismos problemas en ese sentido.
En Australia también hay depresión, ansiedad, adicciones, psicosis y todas las problemáticas de salud mental que tenemos en Argentina. Si bien es cierto que muchas de esas problemáticas están determinadas culturalmente en la base tienen el mismo trasfondo.
Las determinantes culturales pueden hacer que una problemática tenga una forma un poquito diferente y que lo que hagan las personas con esa problemática también sea diferente, pero en el fondo la problemática es muy similar. Sobre todo, Australia es también un país occidental, así que así tenga diferencias con Argentina, la verdad es que hay más similitudes que diferencias, incluso en la alimentación y en un montón de cosas es muy similar. Los dos son países agro-culturales, así que más o menos comparten muchas características.
Ahora si hablamos de problemas a nivel social, que la gente tiene en Australia y tiene en Argentina, hay bastantes diferencias respecto a eso. Porque Australia es un país rico, el Estado tiene muchos recursos. Y por ejemplo, en lo que hace a la salud mental hay mucho desarrollo acá, de la psicología y de la psiquiatría. El Estado presta mucha atención a esos problemas e invierte mucho dinero en esos problemas, en tratamiento y demás a través de subsidios mediante Medicare que es la obra social del Estado o sea la salud pública. Entonces, tienen esto que tal vez es más difícil porque tenemos menos recursos.
Y después las problemáticas a nivel social también puede diferir un poco porque en Australia no hay los niveles de pobreza alarmante que hay en la Argentina y tampoco el nivel de violencia que hay en la calle. En Australia se puede vivir muy tranquilo, se puede caminar muy tranquilamente por la calle. Es muy raro sentirse amenazado, sentir que uno está en riesgo cuando camina por la calle, porque no hay situaciones prácticamente en lo que eso ocurra. Que pase que alguien se acerque a robarte o se acerque con la intención de lastimarte o algo así. Incluso acá se pueden dejar los objetos incluso muy valiosos sin demasiada supervisión en lugares públicos y la verdad es que en general no los van a tocar. Puede ser igual que desaparezca algo, que alguien robe algo, pero es mucho menos frecuente de lo que sucede en Argentina.