Las cúpulas de la Ciudad. Por Juan Botana

Las cúpulas de la Ciudad. Por Juan Botana

Hay alrededor de 400. La mayor parte de ellas en Avenida de Mayo, Tribunales, Congreso y Microcentro.

La ciudad de Buenos Aires es famosa por sus cúpulas, es un atractivo turístico que atrae a visitantes de todo el mundo y es una de las razones que la hace ser reconocida como la ciudad más europea de Latinoamérica. Hay alrededor de 400. La mayor parte de ellas en Avenida de Mayo, Tribunales, Congreso y Microcentro. Ponerlas en valor implicó un trabajo en conjunto de organismos públicos, consorcios y empresas constructoras. Al hacerlo, le dieron prioridad a los edificios públicos e instituciones, pero también a edificios particulares de excepcional valor.

La cúpula del Hotel Chile, la del Hotel París, y una de las dos de la torre Saint, son las tres que fueron restauradas, pero también iluminaron la torre del Edificio Concepción y la cúpula del Edificio Anexo del Senado de la Nación, ex Asociación Española de Socorros Mutuos, cuyas historias se nutren de riqueza cultural. De una inmigración constante a través de las épocas, como patrimonios históricos que hay que preservar.

La restauración: 

Trabajaron en la reconstrucción total de la cúpula del Hotel Chile, en la esquina de Avenida de Mayo y Santiago del Estero. Este edificio fue proyectado por el arquitecto francés Louis Dubois en 1907, y está considerado por muchos autores como uno de los ejemplos más representativos del Art Nouveau en Buenos Aires. Su cúpula era muy original, estaba realizada con una estructura de madera en forma de bulbo con caladuras y coronada por dos pináculos de zinc. Tanto la cúpula como la mansarda del edificio fueron consumidas por completo en un incendio en 1988. Lograron reemplazar la mansarda, pero la esquina quedó sin su remate característico hasta hoy.

La reconstrucción encarada no fue una tarea fácil ya que no existen planos originales del edificio, por lo cual tuvieron que modelar la pieza perdida a partir de fotografías de la época. También implicó una adaptación a nuevas técnicas constructivas y nuevas materialidades que impliquen menor esfuerzo en el mantenimiento y que permitan reconocerla y leerla como una pieza contemporánea.

Otro de los edificios restaurados en la Avenida de Mayo es el Hotel París –ex hotel Metropol-, que está en la esquina de la calle Salta. Tiene una gran cúpula en el cuerpo central del edificio que se encuentra en muy mal estado. Los trabajos incluyeron el refuerzo de toda la estructura, la recomposición de las aislaciones y el tradicional revestimiento de pizarra.

Los planes: 

En el marco del Plan Once restauraron una de las dos cúpulas de la Torre Saint, que está en la calle Perón al 2600. Este edificio es una pieza arquitectónica muy singular en Buenos Aires, por su implementación, su volumetría y su lenguaje que recuerda a algunos edificios de Nueva York. La cúpula restaurada sufrió un incendio en el cual perdió su revestimiento original de cobre que se repuso durante la obra.

El Plan Microcentro fue el pionero en esto, de restaurar cúpulas y edificios patrimoniales. Una de las intervenciones más emblemáticas fue la de Florida y Diagonal Norte -la “esquina de las cinco cúpulas”-. Allí restauraron e iluminaron 2 de las 3 cúpulas neoclásicas de los edificios Bencich -diseñadas por Eduardo Le Monnier-. Estas auténticas joyas conviven con el hispanoamericanismo del Ex Banco de Boston y el Art Déco de la Equitativa del Plata -de Alejandro Virasoro-, que además restauraron e iluminaron.

También recuperaron las cúpulas del Edificio Gath & Chaves en la esquina de Perón y Florida -reemplazaron la totalidad de las pizarras, el maderamen estructural y la aguja del coronamiento-; la del edificio Kairuz en la intersección de Reconquista y Paraguay; y la del edificio “Neoliberty” de Suipacha 93, obra del italiano Bernardo Milli.

Un poco de historia: 

El esplendor de las cúpulas en Buenos Aires se dio entre fines del siglo XIX y principios del XX. Eran un hecho decorativo, que buscaba sobre todo jerarquizar los edificios. Resultaba casi obligatorio construirlas como coronamiento de la ochava. Hay que tener en cuenta que Buenos Aires era una ciudad baja, donde las cúpulas se convertían en puntos de referencia. En aquella época todas las cúpulas podían verse, nada se interponía entre ellas. Si bien algunas desaparecieron, todavía existen muchas que están escondidas o quedaron atrapadas entre torres modernas.

Las cúpulas de Buenos Aires tienen, además, la particularidad de desplegar una amplia variedad de escalas y estilos. Desde las grandes cúpulas como la del Congreso Nacional -diseñada por el arquitecto italiano Vittorio Meano-, que actúa de remate del eje cívico y que según los expertos estuvo inspirada en la Mole Antonelliana de Turín; pasando por la fachada del Banco Argentino Uruguayo; hasta llegar a las más vanguardistas como la de la Equitativa del Plata, a quienes muchos califican de Art Deco; o a la de la Confitería el Molino, de reminiscencias Art Nouveau, que también se restauró. Tenía la vista perfecta; en su época de mayor esplendor, cuando todo parecía posible y el cielo era el límite.

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