No hay nada nuevo, o mucho. Depende desde dónde se lo mire.
El cansancio que nos lleva estos tiempos turbulentos, llenos de iras, desidia, endemia, crisis económica, y otras.
¿Es nueva la situación? No. ¿Nueva la crueldad? Tampoco.
Pero la impresión que nos anima a creer que vamos a caer en un abismo sin fin, es cierta.
La percepción de lo crítico de la situación, a la vista de quiénes la ven irrelevante, poniendo en palabras exacerbada y cínica, la temible sensación de soledad.
Estar sólo sin amparo. Bajo las bestias que vienen a comer nuestra carne y a tomar nuestra sangre que aún permanece fresca.
Al sin sentido de esta época, se le suma el eufemismo de como es contada.
¿Qué decir? Las cartas fueron echadas.
María Elena Gómez