Y el mundo siguió andando…. Después del revuelo por el mundial, nos queda la realidad. En este momento ella es pasada por agua bendita, por estar la mayoría atravesados por una pelota.
El día que le sigue a la última pitada del silbato del referí, veremos de frente y sin anestesia la verdad tal cuál es.
Es un rato de felicidad, optimismo, que luego , gane o pierda Argentina se desvanece. ¿Por qué? Porque es una ilusión más, que pasa.
Luego queda una catarata de problemas no resueltos personales y como sociedad.
Hay están las mujeres asesinadas, maltratadas. Chicos desamparados.
Una sociedad compulsiva, expulsiva.
Es la misma que ve al otro como distinto, haciéndolo hincapié en ello en lo “distinto”. Ahora se discute de fútbol, después discutiremos de economía, salarios, política y tantas otras cosas que por ahora pueden esperar. Lo que no puede esperar es la solidaridad con los que sufren aquí, y en el mundo.
Hay una guerra, miramos pata otro lado.
Mujeres mueren, miramos para otro lado.
¿Hasta cuándo? No lo sé, pero no aprendemos.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina
