Hablemos de atropellos a la dignidad de gente que trabaja.
Laburantes, que toman el tren o colectivos llenos, cumpliendo así su jornada laboral.
Está es la realidad de todos los días, pero a veces estos trabajadores , son forzados a dejar su trabajo, por una cuestión económica empresarial.
A decir verdad, son tiempos turbulentos para sostener el empleo.
El gran problema está , cuando se utiliza
como método de persuasión: el abuso, o el desagravio. Aquí nos encontramos con un atropello al derecho de ser tratados: “como seres humanos dignos”.
No sé puede azuzar a la gente que se gana el pan todos los días, para que dejen su puesto laboral, y de esta manera, no tener que pagarles la remuneración correspondiente.
Pan, dignidad, trabajo, educación y sanidad, para una sociedad justa.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina