Es sabido que un gran número de bibliotecas han cerrado después de la pandemia.
Las biblioteca son el alma de los pueblos,allí están las palabras escritas por generación de escritores, que nos dejaron su visión de época a través de la literatura.
Cerrar una biblioteca, es dejar a puñado de gente medio cojo.
Es el deber de las autoridades que todos tengamos la posibilidad de acceder a la educación y a la cultura.
Respetar el legado de quiénes estuvieron aquí antes que nosotros, y nos dejaron grandes mensajes por medio de la palabra escrita.
Salvar una biblioteca, es salvar nuestro pasado y nuestro futuro.
Nadie tiene el derecho de privar a otro conciudadano de leer a José Hernández, Jorge Luis Borges y tantos otros ( argentinos y extranjeros). Y a postar también, por una nueva camada de escritores que nos dan un nuevo panorama, nos crean mundos dónde poder refugiarnos.
Es un momento difícil, pero no sé puede dejar de ilustrar a un pueblo.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina