Carta abierta de María Elena Gómez a la solidaridad

Carta abierta de María Elena Gómez a la solidaridad

Entre otras cosas, que trato de entender, es la apatía de lo llanamente impersonal, a la construcción del ser.
Estás arbitrariedades que se toma el autoconsiderado “Ser de Bien”, opinando sobre cosas que no tienen que ver con la experiencia en sí misma, sino con la ilustración substancial, que apunta a clarificar el comportamiento individual y social del ser enraizado en esta sociedad.
El punto es la apatía con que se observa al otro; un otro que tiene diferentes posibilidades, carencias, sufrimientos.
Esta apatía instalada, instaura un “yo” por encima del resto.
Este yo separado de otros; autosuficiente; con relaciones esfimeras. Sin ningún compromiso, tanto personal como social, es lo que lo aleja de la empatía por el dolor ajeno.
Pensar en un mundo automáta, es preocupante.
Los lazos con lo humano, no debería caer en un mundo que va construyendo menos solidaridad.

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