La radiografía festiva, insista de lo personal , no hacen al panorama completo.
Lo cierto es que vivimos con un gran problema la empatía que no es más que ponerse un instante en el lugar del otro.
Mucha gente cree que empatiza, pero en realidad lo que hace es calmar su conciencia y listo. Ya está, se cumplió, es como decir: hasta aquí , no pidan más.
Las calles están llenas de gente desamparada que por una u otra razón , están a la buena de Dios.
Todos pasamos como autómatas por al lado; no nos importa.
Lo que estoy tratando de hacer o insinuar a los que leen esta carta y a mí misma, es que seamos más empíricos con el dolor ajeno. No asustarse, y reflejarse en otros ojos como si ellos, fueran nuestros.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina