Una Carta de Amor
Para Ti…
Escribo esta misiva hoy, desde aquí, cuando el sueño me huye y retrae en los recuerdos que pasean, dejando su estela bordada entre paredes, techo y deseos que luego de aquella llamada erupciona cual volcán estrepitoso, inundando por completo la cotidianidad y mi cerebro…
Aún en este momento, el hilo telefónico dibuja el compás de nuestra conversa y el vibrato de tu voz remueve el epicentro de mi existencia, propiciando un ritmo no descrito por compás alguno. Tu respiración, a intervalos acelerada, se desplaza por mi canal auditivo, propiciando el crecimiento de la más hermosa ruta cristalina de océano que derrapa al universo libre… profundo.
Esa declaración a media voz, introspectiva, confesional, silenciosa y oculta por cuarenta y muchos años, vendría a oxigenar la alucinante figura de aquel caballero envuelto en hojalata que vino aquella medianoche con ojos llenos de miedo y se despidió.
Hoy, aquí sentada, medio lustro después y a kilómetros de distancia continúo escuchando tu declaración pausada al otro lado de la línea y a tan solo milímetros de distancia, casi atrapé tu olor a primavera…
Eran tus ojos la ventana por la que entro mi recuerdo pleno.
Desde Caracas, Venezuela