Carta abierta de Luis Duarte a los jabalíes

Carta abierta de Luis Duarte a los jabalíes

—¿Con este tema de las mareas, alguien se quedó con alguna duda? —preguntó al profesor de Ciencias Naturales en mitad de la clase.
—¿Usted sabe —dijo Tancredi— cómo se capturan los jabalíes?
El profesor lo miró fijo, seguro que interpretando lo que venía.
—No, no sé, alumno. ¿Por qué no nos desasna a mí y al resto de sus compañeros? —le siguió el juego—. Pero primero baje los pies del pupitre de su compañera y tire ese chupetín.
—Okey. —Acató ambos pedidos—. Ya está. Vea… en principio le comento que la mejor manera de capturar es siempre mostrarle a la presa que la desea… pero que no la necesita. Esto es fundamental, le diría.
—Vaya al punto, Tancredi, que me atrasa la clase. Sea específico.
—De acuerdo. Usted captura jabalíes encontrando un sitio adecuado en el campo y tirando un poco de maíz en el suelo. Como son jabalíes pero no boludos, ellos vendrán todos los días a comer el maíz, gratis. ¿Me sigue? —Le guiñó un ojo al profesor—. Cuando toman el hábito de venir diariamente, usted construye una cerca a un costado del sitio en donde ellos, acostumbrados a venir, comen felices sin jamás percatarse de la cerca. Cuando se acostumbran a la cerca, ellos regresan a
comer el maíz, y entonces usted construye otro lado de la cerca. Ellos vuelven a acostumbrarse y regresan a comer. Usted va poco a poco, hasta instalar los cuatro costados del cercado alrededor de los jabalíes. Al final instala una tranquera en el último lado. A esa altura, los puercos ya estarán acostumbrados al maíz gratis, a las cercas y a usted escondido detrás de un árbol frotándose las manos, ¿me comprende? Comienzan a venir solitos solitos, pero… ahora por la entrada, por la puerta grande.
Entonces es ahí cuando usted cierra la tranquera y captura a todo el grupo.
—¿Ya terminó el show? ¿Me permite seguir dando clases? Además… ¿Quién le dijo a usted que los jabalíes son tan mansitos?
—Gracias a esa sana costumbre —siguió Tancredi como si nada—, ya no necesitarán cazar para comer, pero dé por seguro que en algún momento se les presentará un profesor de Ciencias Naturales a darles clases.

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