Carta abierta de Liliana Rivarola a la diversidad cultural

Carta abierta de Liliana Rivarola a la diversidad cultural

Plaza. Niños jugando. No digo adolescentes que por ahí ya tienen noción de la vida. Digo niños, que es igual a inocencia, ojos nuevos, candor. ¡Niños! Y ellos que nos hicieron creer que está bien verlos desnudos, besándose, tocándose unos con otros en sus marchas o aquí justo ahora, en los juegos de los pequeños. Me pregunto, mientras los miro… ¿Lucharon por sus derechos de elegir géneros? ¡Perfecto! Lo comprendo y está bien que así sea. Lo que NO ACEPTO es que hoy tenga que escribir para pedir a gritos mis derecho de libre expresión de no mostrar y tener que explicar cosas indebidas a mis nietos. Y no es por negacionista. ¡Es que para mí todo tiene su tiempo! ¡Y hoy quiero que vivan su infancia de juegos y sueños y no que sean “abordados” cuasi violentados por adultos empeñados en ser vistos!. DÓNDE EMPIEZA TU LIBERTAD TAMBIÉN COMIENZA LA MÍA. No me importa qué hacés con tu vida, que según vos es perfecta. ¡Me preocupa la invasión que hacés en mí libertad, qué en nada se parece a la tuya! Hoy RECLAMO MI DERECHO a sentarme en la plaza con mis nietos y verlos jugar como niños sin que tu “orgullo gay” desnudo e impúdico estorbe su mirada niña, despiadadamente y sin que te importe nada ni nadie. Yo no ando en cola less mostrando mis rollos de gorda para ser o sentirme libre. La libertad es un privilegio, si no se la confunde con libertinaje y es lo que está pasando. ¡Encuentro despiadada la manera de pedir que se te respete tu elección de vida, cuando vos ni siquiera mirás dónde estás exhibiéndote! Y no te culpo de nada, ni me hago la perfecta o “santulona”. Digo que SER GAY NO ES UN ORGULLO. Y no te culpo de nada, ni me hago la perfecta o “santulona”. Digo que SER GAY NO ES UN ORGULLO ES TU DERECHO… pero como todo derecho también TENÉS OBLIGACIONES para convivir en una sociedad, con miles de errores, es cierto, sin embargo con valores (o por lo menos en mí mundo personal y seres afines los tenemos). ¡Valores de solidaridad, familia, orden y sobre todo consientes! ¡Empáticos! Y Debés de respetar al otro que no le interesa o sí, pero que no tiene tu enfoque o afinidad. ¡Y porque te respeto te dije estás en tu derecho! ¡Es tu elección! ¡Es tu vida! Sólo respeta la mía. Ni Homofóbica… ni racista sólo una “abu” que te dice: “Respétanos así te respetaremos aún más”.

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