Carta abierta de Juan Botana a Patricia Bullrich

Carta abierta de Juan Botana a Patricia Bullrich

¡Hola, Patus! ¿Cómo estás? Te digo Patus porque mi mujer te llama así. Parece que se lo escuchó decir una vez a tu prima la cantante Fabiana Cantilo y le gustó. Mi esposa es de izquierda, pero de los candidatos/as que podrían entrar al balotaje vos sos la que le cae mejor. Tal vez por tu forma confrontativa de encarar la política. Todavía se acuerda cuando te enfrentaste a “Los Gordos” siendo ministra de Trabajo. Son pocos los que se le animan a los sindicalistas. ¡Notaste como están todos callados ahora! Y eso que en los últimos cuatro años la pérdida del salario fue la peor de las últimas décadas. ¡Pero bueno, que te voy a decir a vos que no sepas! El tema va a ser como vas a hacer para entrar en el balotaje teniendo enfrente al candidato del gobierno a billetera suelta y al loco de la nueva política más a la derecha. Y ese lugar era tuyo. Mi mujer te admira porque no puede creer como te metiste en el PRO y les sacaste el partido. Contra Macri, Vidal, Peña, Larreta, etc. Y que los radicales ahora te apoyen cuando vos eras peronista y de izquierda. El otro día lo escuché a Milei intentando desprestigiarte diciendo que vos fuiste montonera y que por eso extorsionaste, atentaste y mataste a personas. Pero que hayas estado en una agrupación de joven no te hace asesina. Aunque creer la que contaste de la desaparición y muerte de Santiago Maldonado me cuesta. Pero eso no lo nombra. Tampoco nombra que su candidata a vicepresidenta se encontraba con Videla y apoya muchas de las atrocidades que se hicieron en dictadura. Y vos en eso sos demócrata. Tampoco dice nada de su candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires que tras ser víctima de un asalto junto a su marido persiguió a los delicuentes –ella o él- y los atropelló y se dio a la fuga. Y vos a la fuga no te das y te bancás la que sea. Y quizás sos de las pocas políticas de raza que quedan junto a Lilita y a Cristina. Pero Carrió se ofendió y Cristina no puede o no la dejan. Nombraría a Myriam Bregman que nadie le va a decir que no va al frente, pero juega en otra liga. Vos en cambio estás en las ligas mayores. Pero lo de entrar al balotaje te cuesta. Así que si no lo tomás a mal te voy a dar algunos consejos entre nos, pero que no se entere la prensa. Porque viste como son los periodistas que enseguida empiezan a decir que a los políticos o políticas los expertos en comunicación le hacen los guiones o le tiran letra. Así que empecemos por el pelo. Tan planchadito da loca. El tono arrabalero funciona hasta ahí. Moderalo un poco. Lo de Melconian para una amiga de mi mamá de ochenta años que también se tiñe está bien, pero el pelo tan morocho a su edad me hace acordar a Durán Barba y lo evitaría. Esto de la caravana de la alegría o como quieras llamarla me hace acordar a la arremetida de Macri en la campaña del 2015 tan parecida al “Sí, se puede” de Ángeloz en el 89 contra Menem. Y no me gustaría que hagan un paralelismo entre vos y Milei con ellos. Porque ya sabemos cómo terminó la historia. Así que de los radicales la estructura, pero no te pegues tanto. Preferiría que muestres tu impronta peronista y la manera de negociar que te enseñó la vida. Que seguro la tenés guardada. Si nos sos tibia, no lo seas. Y meté en el zoológico al león mediático o hacelo gatito o peluche. Y volvé a cortarte el pelo en vivo en Tik Tok como hacías en la pandemia que es más divertido. Porque a esta campaña le falta creatividad. Y sacalo a Petri a jugar que está de candidato y no habla ni en el programa de la novia. Y decile a todos los de Juntos por el Cambio que salgan a hablar a tu favor. Porque la envidia no es propia de un partido. Porque vos sabés que cuando ganás se te acercan, pero cuando te ven dudando te dejan. Obligalos ahora que estás a tiempo antes que sea tarde. Decile también a Clarín que organice esas marchas tan lindas y espontáneas en defensa de la República y la libertad de poderes o por la libertad de expresión. O algún cacerolazo. No sé. Algo que mueva un poco el avispero. Que muestre el descontento de gran parte de la población con este gobierno. Y en el medio del quilombo aparecés vos y te ganás los micrófonos. Y lo de “orden” cambialo por “organizar” o busca un término más marketinero. Y no esperes a dos medidas de Massa o a un exabrupto de Milei para relanzar la campaña. Mirá que es ahora o nunca. Que en política se la juegan una vez por vos y si perdés te abandonan. O terminás abandonando vos. Y vos no sos de esas. Estaría bueno que tanto empoderamiento de las mujeres lleve a una mujer presidenta. Aunque yo hubiera preferido otra. Pero no es lo que quiera yo si no la población. Y vos todavía estás en carrera. Y sacá a relucir la anécdota de cuando tenías cuatro años que contaba tu abuela materna, Esther Lidia Pueyrredón de Luro (hija de Honorio Pueyrredón), cuando viajando las dos en el tren al campo familiar de Los Toldos, vos te parabas en el pasillo y te presentabas al resto de los pasajeros diciendo: “Yo soy Patricia Bullrich Luro Pueyrredón de San Martín” y anunciabas que algún día serías presidenta. Y cumplí de una vez por todas, ese mandato familiar. Demostrando que los sueños se cumplen, que el que se esfuerza llega, que la renovación de la política argentina es una mujer y no un outsider. Y olvidate de Churchill y del “Sangre, sudor y lágrimas” que no ilusiona a nadie. Y hablale a los ojos a la sociedad y decile lo que pensás, lo que vas a hacer y mostrá a quienes te acompañan y  hacelos hablar y demostrale a todos y todas que querés ser presidenta. Y no hablés más de “enemigo” y  “kirchenismo” que no garpan. Hablá mal de Milei y Massa un poquito y mucho de vos. Es ahora o nunca. ¡Espero te sirva!

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