Carta abierta de Juan Botana a Javier Milei: Libertad de reprimir

Carta abierta de Juan Botana a Javier Milei: Libertad de reprimir

¡Hola Javier! Ya es la sépima carta que te escribo desde que sos presidente. Sé que estás ocupado en Mar del Plata con el cumpleaños de Fátima y a lo mejor no me contestás. Algún día lo harás.

¿Qué manía la de nuestros presidentes de borrarse cuando se deciden los destinos de un país, no? Alberto con la fiestita a Fabiola en la pandemia. Y vos en medio del debate por tu Ley Ómnibus que supongo te debe interesar.

Te cuento por si no te contaron que ya conseguiste media sanción en general con el respaldo de los bloques de diputados de la “oposición amigable”. Aunque en el camino te quedaron más de la mitad de los artículos y todavía falta pasar la votación en particular y el escollo del Senado. Pero si arreglás con los gobernadores el tema de la coparticipación del impuesto País, en una de esas te la dan. Pero incluso desguazada, si finalmente se aprueba, la norma hará aún mucho más difícil la vida de la mayoría de los argentinos. Y no estoy hablando de mí. Yo todavía aguanto.

Los que no podrán aguantar son los jubilados, trabajadores que alquilan y tiene un solo ingreso, los que no tienen laburo y con tus medidas no la van a tener. Y un montón de comerciantes, profesionales independientes y pymes que con una devaluación y tres aumentos seguidos de la nafta, por más que los trasladen a precios, o no le van a vender a nadie o dejaran de contratar sus servicios.

Porque a los restaurantes y al cine ya no vamos, de vacaciones algunos. La mayoría se coló en la casa de un amigo con pileta o se metió en la pelopincho de los chicos. Carne y verduras compramos los que tenemos cuenta DNI. El Supermercado Chino está imposible y al Coto o al Carrefour vamos cuando tenemos descuento con la tarjeta y una vez por mes.

¿Me gustaría que me expliques los beneficios de la libertad de mercado? Porque las cosas que decías en youtube o en la televisión no las podés hacer. Pensabas que los anteriores no conseguían inversiones porque Macri, Cristina, Alberto y Massa eran bobos. Que no sacaban los planes sociales porque le gustaban. Que pedían plata al fondo para afanarla y por gusto, aunque Caputo y Macri a lo mejor sí. Que dejaban el cepo cambiario porque le sobraban los dólares. Que hacían acuerdo con los chinos y los brasileros porque eran comunistas y no porque Estados Unidos no les daba bola salvo para endeudarnos. Y que los piquetes y marchas son porque a la izquierda, a Grabois y a los jubilados les gusta que les peguen o por más planes sociales. Y no porque la situación social no se puede sostener.

Así que apelo a tu sensibilidad una vez más, aunque me parece que el poco corazón que te queda tiene dueña. Y no es Sandra, una jubilada que pedía ayuda frente al Congreso porque con 105.000 pesos de jubilación no se puede vivir.

Y primero te escribí diciendo que las únicas libertades que conocés hasta ahora fueron las de aumentar, la de no prevenir la tormenta, la de impedir manifestarse o reunirse y hasta sugerí armar un Frente Humano y Social en tu contra donde estemos todos los que defendemos lo público y a los más vulnerables de tu sistema de cuentas que encima no te dan. Y eso porque sabés un poco de economía, pero nada de política y mucho menos de matemática.

Así que espero que la pasés bien en el cumple de Fátima y cuando termine te pongas a laburar pensando en la gente que no te votó para que les hicieras un ajuste a ellos. Si no porque estaba cansada de los anteriores. Y yo no sé que tienen de peligroso seis chicas para mandar a avanzar tantos gendarmes frente al Congreso en una marcha. Ni unos cuantos jubilados desesperados porque peor no pueden estar. O el muchacho de la foto reprimido por la fuerza policial. Pero si sé que tiene de peligroso vender órganos, mal venderle la tierra a extranjeros o pegarle a las personas. Y no te estoy pidiendo que vayas a hablar con ellos mezclado entre la gente. Porque ahora andás con 1.000 efectivos policiales para que te custodien.

Por algo será.

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