¡Hola Fernando! ¿Cómo estás? No nos conocemos personalmente, pero quiero expresar mi solidaridad con vos. Siempre es difícil democratizar al peronismo y me enteré de lo que te está haciendo La Cámpora con Máximo Kirchner a la cabeza para sacarte del medio. A vos, que sos el legítimo intendente de Esteban Echeverría y vas por la reelección. Primero te desplazó de la presidencia del Partido Justicialista bonaerense y en las PASO te mando a tres candidatos de su confianza y no tanto a caminar la provincia. Uno al ex funcionario municipal Gustavo Cañete, dos al ex presidente del Consejo Escolar local Pablo Monserrat y tres al dirigente de La Cámpora y ex secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla. Empecinado en una contienda interna en vez de entender que el rival es el otro. O mejor dicho, los otros. El ex radical Carlos Giuliani, ahora en La Libertad Avanza; y el radical de Evolución Pablo Domenichini, que le ganó la interna al bullrichista Luciano Alvariño. Y no vos. Que sos peronista desde que conociste a “Chiche” Duhalde y te llevó a recorrer y hacer trabajo social en la provincia de Buenos Aires. Si siempre te interesó el campo popular y la comunicación. Y así pudiste combinar tus dos pasiones: tu inclinación social y hacer la prensa del Partido Justicialista para las elecciones legislativas del 2001 en la campaña para Eduardo Duhalde senador que competía con Raúl Alfonsín, mientras trabajabas para Telefé. Lo que te llevó a mudarte con tu mujer a Canning e iniciar tu carrera política ahí. Siempre con el recuerdo de tu Maipú natal y ese pasado rural y cristiano cuando recordás haber sido alumno de Marta Pelloni, con ese sentir tan tuyo por el campo, esa solidaridad que tenía tu familia con los más pobres y aprendiste de chico, y esa espina clavada de que el peronismo nunca le había ganado al radicalismo en tu localidad. Sin embargo, en Esteban Echeverría todo cambió. Te hiciste abogado, militante y experto en áreas de comunicación. Después de trabajar como prensa del Partido Justicialista, fuiste Secretario de Estado de Comunicación Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación desde 2002 a 2007. Aunque seguro en el medio me olvido de algo. Actualmente sos presidente del Consejo de Partido Justicialista, congresal provincial y nacional, intendente de Esteban Echeverría, vicepresidente por América Latina del CGLU, la única organización de ciudades oficialmente reconocida por las Naciones Unidas y presidente de Mercociudades; y en el 2017 asumiste como presidente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires en compañía de Gustavo Menéndez. Sí, el mini Insaurralde del que ahora todos hablan por sus gastos injustificados y posible lavado desde que Pagni lo visibilizó. Pero no era así cuando estaba con vos. Y si era así vos ahora luchás contra eso. Como luchás contra Máximo Kirchner y La Cámpora desde que secuestraron al partido en la provincia y te corrieron a vos. En palabras tuyas: “La Cámpora se quiere hacer del partido y propuso a Máximo Kirchner como presidente del Partido Justicialista. La Cámpora es una organización importante que tiene trayectoria, que estaba conformada con chicos que ahora son adultos y que es importante que, junto a otras agrupaciones y partidos, integre Unión por la Patria, pero no que lidere el peronismo. El peronismo es una cosa y La Cámpora es otra. Por eso creo que el peronismo tiene que ser un peronismo nuevo, amplio, plural, dialoguista, que contenga a todo el campo nacional y popular de la provincia de Buenos Aires”. Y en eso tenés razón. Vos sacaste el 39% de los votos en las PASO, 26,93 Juntos por el Cambio entre los dos candidatos y 26,81% La Libertad Avanza, en Esteban Echeverría. Así que lo que se viene en los hechos son gobiernos de coalición. Lo mismo va a pasar en la provincia de Buenos Aires y en la nación. Y si Máximo Kirchner no entiende eso se le van a dar vuelta un montón de intendentes. Porque mientras Massa habla de Unidad Nacional en los debates y en los medios, en el territorio te apreta La Cámpora y Máximo Kirchner, desesperados por lugares de poder. Y Kicillof no manda obras, salvo para hacer escuelas, para condicionarte de paso. Y si se entregan a ellos el peronismo bonaerense va a terminar siendo un partido provincial de la provincia de Buenos Aires y cuando se les acabe la plata del Estado paralelo que montó el kirchenismo o los negocios asociados a Cristina: hoteles, obra pública, etc, y termina de explotar todo por el aire, esta fiesta se acaba. No se olviden que el curro de Insaurralde del juego o de lo que sea se les cayó y salpicó a Gustavo Menéndez de Merlo y del Grupo Provincia y probablemente a otros. Porque en la provincia de Buenos Aires siempre hay un varón. Acuérdense cuando creían que nadie podía ganarle al peronismo y apareció María Eugenia Vidal y les ganó. Y habrá que ver qué pasa entre Grindetti y Kicillof. Y a lo mejor la elección se define por 2 puntos y esos dos puntos son los que aporta el padrón de Esteban Echeverría. Pero quedan dos semanas y en estas dos semanas hay más asados que días, entre intendentes y dirigentes propios y de la oposición. Y con Carolina Píparo nadie quiere aliarse, pero con Néstor Grindetti o incluso con Milei. ¡Qué sé yo! En la útlima elección vos ganaste por el 59% de los votos y ahora no. Vos actualmente gobernás con muchos espacios, tenés gente del vecinalismo, del socialismo, del radicalismo, y hasta un jefe de gabinete radical. Y nada dice que en la próxima si ganás no vas a tener uno o una de La Libertad Avanza o del PRO. Si hasta Néstor Kirchner era más amplio y compartía cuando eligió a Cobos para vice de Cristina, pero estos no.