Carta abierta de Isbelia Sarmiento Morales a la divagación

Carta abierta de Isbelia Sarmiento Morales a la divagación

Bucaramanga, 2 de Marzo de 2023

Señora
DIVAGACIÓN
Ciudad

Reciba mi cordial saludo, mi apreciada amiga.

Al transcurrir del tiempo, nuestra alma empieza a pensar y a sentir en ti, en miles de cosas que pasaron y aquellas que se quedaron ahí dormidas o quizás asustadas.

Empezamos a ver las cosas de una manera tan diferente; con otros ojos, con otra mentalidad
y quizás con otro corazón; nos damos cuenta que hemos dejado escapar momentos, momentos maravillosos, tal vez por orgullo,
por vanidad o por falta de tiempo…

Ahora vemos las cosas y al mundo de una manera diferente: Con una sensibilidad a flor de piel y de alma.

Apreciamos más esa llamada de un familiar lejano; el abrazo de un amigo; la sonrisa inocente del niño y las palabras sabias de aquellos, a quiénes a veces llamábamos viejos; aprendemos el verdadero valor de las personas, de los momentos y de las cosas…
Y tristemente nos damos cuenta que dejamos pasar momentos maravillosos de nuestra vida… tal vez por orgullo, vanidad, falta de interés o por intereses vanos…

Al transcurrir de los años, la mente se encuentra contigo y entre los recuerdos
que se aprisionan con fuerza y los sueños atrapados dejamos escapar.

El amor llena nuestras vidas; atrás quedan los afanes y las carreras tras una meta no definida.
Comprendemos la esencia de la vida y damos a cada cosa el valor que verdaderamente tiene.
Somos más afines con quien, en antaño llamamos viejos, tal vez porque ahora ya casi lo somos; asimilamos que son seres maravillosos, llenos de tanta experiencia y ansiosos de vivir cosas nuevas; sentimos más la presencia de Dios y nos damos cuenta, que las cosas materiales, son tan superfluas y casi innecesarias para ser plenamente felices; sentimos más gozo en nuestro corazón y somos capaces de amar… Amar de una manera más sincera, más auténtica y porqué no decirlo más real.

Y te pregunto: ¿Qué es la vida?
Muchas veces nos preguntamos, mientras ingenuamente creemos tenerla atrapada entre nuestras manos y desaprovechamos el tiempo en cosas y en personas, que al final no nos dejan nada; solo sentimos un vacío… No físico, sino en el alma; corremos en pos de sueños
que no son propios, mientras dejando en un rincón olvidado, los nuestros y así poco a poco… simplemente se nos va la vida.

Ahí estás siempre presente en nuestras vidas, mientras tratamos de poner orden a nuestro sentir, nuestro actuar, nuestro amor, nuestra vida y nuestra alma.

Hasta siempre.

Con cariño,

Isbelia.

Desde Bucamaranga, Colombia

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