Queridos compatriotas:
Me dirijo a ustedes con profunda preocupación y convicción en defensa de un pilar fundamental de nuestra sociedad: las universidades nacionales. En un momento de incertidumbre y desafíos sin precedentes, es crucial reconocer el invaluable papel que estas instituciones desempeñan en la construcción de un futuro próspero y equitativo para todos.
Las universidades nacionales representan la cuna del conocimiento, la investigación y el pensamiento crítico. Son el motor impulsor de la innovación, el desarrollo tecnológico y la creatividad en todas las áreas del saber. Desde las ciencias exactas hasta las humanidades, estas instituciones son el faro que guía a nuestras sociedades hacia adelante, proporcionando herramientas y oportunidades para el crecimiento personal y colectivo.
Sin embargo, en los últimos tiempos hemos sido testigos de un preocupante desfinanciamiento y desvalorización de nuestras universidades nacionales. Recortes presupuestarios, falta de inversión en infraestructura y precarización laboral son solo algunas de las amenazas que enfrentan nuestros centros de educación superior. Esta situación pone en riesgo no solo la calidad educativa, sino también el acceso igualitario a la educación y la posibilidad de ascenso social para miles de jóvenes que sueñan con un futuro mejor.
Es por ello que hoy levantamos nuestra voz en defensa de nuestras universidades nacionales. Exigimos un compromiso real por parte de las autoridades gubernamentales y la sociedad en su conjunto para garantizar su sostenibilidad y desarrollo. Es fundamental que se destinen los recursos necesarios para fortalecer la investigación, mejorar las condiciones laborales del personal docente y no docente, y promover la inclusión de sectores históricamente marginados en el ámbito académico.
Nuestras universidades nacionales son un patrimonio invaluable que debemos proteger y fortalecer. Son el alma mater de nuestras comunidades, el bastión de la libertad de pensamiento y el motor de la transformación social. Hoy, más que nunca, es necesario unir fuerzas y trabajar juntos para asegurar su futuro y el de las generaciones venideras.
¡Por el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad para todos!
Atentamente,
Dra. Fátima Morán
Ecuador
24/04/24