Hace unos años me senté en el tren al volver a casa, al lado de una señora paraguaya muy simpática y sufrida por sus surcos faciales, como todas las mujeres inmigrantes que vienen a trabajar a este bello y solidario país, aunque a veces con patrones no conscientes de que todos somos humanos iguales en derechos, por más que trabajemos fregando pisos. Rememore con ella a mi hermoso Paraguay, aunque hoy ya sea Argentina… pero que, desde niña, mi teoría o sueño es ¡que no debería haber fronteras en el mundo! Menos aquí en América porque todos somos de todos “lados” y estas tierras en definitiva son de los “nativos originarios” que habitan desde antes de que vinieran a “usurparlas” no a conquistarlas o ¡sí! Con muerte y despojándolos de sus tierras, sus historias, sus culturas, sus dioses… Y hasta hoy siguen haciéndolo.
El “descubrimiento de América” para mí solo tiene valor para recordar el genocidio de culturas milenarias y lo cruel que somos algunos seres humanos, que, en pos del poder, la avaricia, la soberbia… Herimos a otros injustamente en vez de juntarnos a convivir con ellos compartiendo su cultura, sus vivencias…
Pero no, como estos “colonizadores” tenían armas más poderosas y contundentes, como también espejitos de colores para confundirlos, los redujeron, saquearon, mataron… Luego decir que “eran bárbaros” sin cultura y que estas tierras se merecían gente con clase para explotarla en beneficio de los Reyes de donde provenían… No decir la verdad de lo que paso en realidad ¡Que existe en el mundo personas que por el poder o la avaricia de poseer lo que no es suyo, esclaviza y mata! E inventa mentiras para su provecho…
América es de todos, pero mucho más de los originarios que hasta hoy, se los tienen excluidos, rechazados. No existe conciencia sobre ello, más, yo, deseo y creo, que un día se revertirá la historia y toda América surgirá victoriosa con toda la gente buena que en ella habita.
Así será, sí ¡Ya lo verán! ¡Vamos América “Pachamama” Vamos Todavía!
Desde Merlo, Buenos Aires, Argentina