¡Hola, Sergio! ¿Cómo estás? Supongo que atareado con esto de la campaña y el ministerio de Economía. No lo tomes a mal, pero me preocupa un poco que seas presidente y todavía nadie te haya votado. Porque no me vas a decir que el 21% de los votos que sacaste en las PASO avalan un nuevo acuerdo con el FMI, entrar a los BRICS, mandar el Presupuesto 2024, devolver el IVA, quitar el impuesto a las ganancias, regalar un bono a los empleados y hacer sorteos con premios. Todas medidas al estilo Juan Perón contrarias a los deseos del Fondo, que es un ajuste siniestro. Y vos te plantás. Eso sí, primero hiciste una devaluación del peso argentino del 20 % donde los comerciantes y formadores de precios remarcaron antes, durante y después por las dudas y algunos aumentaron hasta el 80 %. Ideal para el bolsillo de los trabajadores que ya empezaron a pagar servicios con menos subsidios cuando eso iba a pasar el día que ganara Javier o Patricia. ¡Pero pasa con vos! Y no estoy diciendo que sea culpa tuya. Todos sabemos que la culpa es de Mauricio que contrajo la deuda, después la pandemia, la sequía, la guerra de Rusia y un aparato mediático y judicial empeñado en destruir tu imagen canchera. Porque peronista no das. Si Alberto te dejó solo o lo echaron y nunca lo blanquearon del todo. Y Cristina se atrinchero en sus votos y le gustó más sacar a la gente a la calle y presentar un libro que hacer de vicepresidenta. Y Malena y Toto ya casi que ni tuitean a tu favor. Lo mismo que muchos kirchenistas que prefieren postear fotos de Cristina y de Hebe añorando la década ganada que militarte a vos, como si en estos últimos años no hubieran gobernado. Y viste como son los matrimonios cuando se pelean. Los maridos hablan de los primeros años cuando se llevaban bien y las mujeres de los últimos cuando las cosas no iban. Ya sé… la culpa es de Guzmán que hizo un mal arreglo con el fondo a espaldas de Alberto y Cristina y te dejó esta papa caliente a vos o a Máximo y La Campora que no supieron generar el sucesor o la sucesora de Néstor y Cristina. Porque lo de Wado nunca fue en serio. Y cuando tienen uno como Juan Grabois lo queman en una interna. Ahora encima hay que pagar una millonada por expropiar YPF a una empresa extranjera. Pero Axel mira para otro lado, como si no tuviera nada que ver y se queda en la provincia de Buenos Aires porque falta poco para el verano y las playas de Mar del Plata le quedan cerca. Porque a Brasil o a Punta de Este pocos van a ir. Salvo que saquen los dólares que tiene guardado en el colchón la clase media. Que a decir verdad te gustaría que lo hagan y entre todos paguemos la deuda. Porque a las grandes fortunas no las agarrás más. Porque para pagar somos todos, pero cuando hay que repartir la ganancia o la plata del préstamo, algunos se quedan con los bonos de deuda, con los dólares baratos y con los cargos y otros miramos de afuera. ¡Y no digo que fuiste vos! Y yo no me creo eso que la culpa es de la casta política. Porque sé perfectamente que el poder consiste en negar accesos. Y los que tienen tres pesos no quieren repartirlos. Y los que tienen dos cargos, menos. Y si son políticos harán un grupito para beneficiarse entre ellos y que no entren los otros. Lo mismo que hacen los que juegan bien al fútbol los jueves. Y si son ricos se juntan entre ellos. Cuánta razón tenía una tía mía cuando lo mandaba a mi primo a un colegio de clase alta para que se codiara con gente de plata y después se casara con una concheta. Y eso pasó. Pero después se separó. Y algunos dicen que eso vas a hacer vos. Que hiciste un arreglo con Cristina para quedarte con los votos por izquierda e intentar ganar la elección. Sabiendo que gracias a las apariciones de Patricia y sobre todo Milei, gran parte del electorado se corrió a la derecha. Y si es derecha que sea popular. Y ahora todos quieren ser Menem en lugar de Perón. Y aparecen los historiadores del peronismo y dicen que el plan de convertibilidad no fue de Cavallo si no de Curia. Y otra vez vamos a tener una moneda fuerte similar al dólar. Y como le pifiaste cuando dijiste que ibas a ser candidato si bajabas la inflación y eso no pasó. Y luego te postulaste a presidente. Y después dijiste que te quedabas como ministro hasta que controlaras la economía y eso todavía no pasó. Y hacés campaña desde el gobierno con la guita ajena. Y tengo miedo que el Fondo después te la pida. Porque con Alberto y Cristina callados, vos serías casi como el presidente. Y a lo mejor con dos o tres medidas demagógicas más, tenés suerte y te quedás. Si Milei está loco y la caravana de Patricia largó tarde. En cambio vos podés ir caminando tranquilo desde tu ministerio a la Casa Rosada. Si son menos de 50 metros, no más. Como cuando De la Rúa era jefe de gobierno porteño y desde su despacho decía que estaba a 100 metros de ser presidente. Y después se le dio. Porque hay tipos con suerte que visualizan lo que desean y les pasa. Por favor, no te enojes conmigo por comparte con ese. Yo sé que aunque no logres ser presidente el 10 de diciembre, habrás sentido haberlo sido este último año. Y espero de corazón que esta vez vayas vos a darle el bastón y la banda presidencial al que sea. Porque Alberto no lo merece o quizás pase licencia médica. Y Cristina para entonces estará en El Calafate preparando una clase magistral para darnos a todos y todas cuando ya no sea vicepresidenta. Y ella no compra derrotas, y si vos no ganás después te niega el saludo o lo que es peor te manda a Máximo o al “Cuervo” a decirte lo que le parezca. Y se acuerda de cuando te fuiste de su gobierno para armar el Frente Renovador con Alberto, Roberto y Felipe, y le paraste la re-reelección. Pero no te preocupés por eso, que en política a nadie se lo odia, solo se lo critica.