Son las 10 de la noche, afuera llueve
Desde hace días que busco mí voz
Una voz que no soy consciente de dónde está
En qué parte de mí cuerpo puedo hallarla
Algunos me dicen que la voy a encontrar con el paso de los días
Yo no les creo, los días me demuestran lo contrario
Reniego de la idea que va a aparecer así de la nada
Es como desarrollar un músculo en completa quietud
Leo, medito, respiro, releo, no pasa nada
¿Será que no tengo esa voz?
Me frustró, pero lo vuelvo a intentar
Está voz de mierda a mí no me va a ganar
Cómo harán esos tipos que con dos oraciones gobiernan al mundo
¿Nacieron bendecidos?
O escriben pavadas pero hazte la fama y échate a dormir
Yo no sé si soy uno de esos, yo quiero complejidad, quiero pasión, no lo concibo de otra forma.
¿Quién define que es bueno, aceptable o pésimo en el arte de escribir?
¿Dónde está el manual de la “buena escritura”?
No me jodan, yo intuyo que a veces es golpe de suerte.
Yo defino que esto es como un vino o una canción, te gusta o no te gusta, compro o no compro y punto aparte.
Pero, ¿será que es esta mi voz?
¿Será que no hay que ponerle tanta cabeza?
¿Será que la practica me va a ayudar a encontrarla?
No lo sé, quizás me tengo que amigar con la idea de que es esta,
De que no hay nada mágico,
De que no voy a saltar al grito de “Eureka”.
De que me tengo que conformar con que esto es lo que hay.