No hay argumento posible
para este sentimiento
sencillo
indescriptible
Se acabaron la palabras
quedaron mudas
en mi boca
Añicos de perlas
dentro de una concha
en el mar profundo
dónde duerme mi osadía.
Cada célula de mi cuerpo
tiene tu adn
se confunde lo mío
lo tuyo
siendo de ambos
de uno solo
O
de ninguno.
¿Hasta dónde
digo, basta?
Sí mi muro no ha caído todavía
la salvia de mi tallo no se ha desparramado
sigo ahí
atada a tu imagen
tu monotonía.
Las flores en los campos
los lirios en los que morimos
cada verano
el pájaro espino agonizante
resplandor
sudor
lágrimas
risas
Peleas
calma.
¿Estoy en condiciones de gritar basta?
No.
Pero vos sí.