A la mujer wichi
le quiero hablar
suave en su andar
y de poco hablar.
Su silencio lo transmite
en su trabajo diario
con sus manos ajeadas
por tanto amasar
la hoja de chaguar.
Tu enseñanza ancestral
que vos la pasarás
a tu descendencia
nunca morirá.
Porque viva estarán
a través de los años
como el canto del cardenal
y del algarrobal.
Vives en comunidad
no sabes de maldad
el sol calienta tu piel
de nuestro Chaco Salteño.
Mirando con esperanza
Siempre se acuerden
de vos. Por eso hoy
a la mujer wichi
le quiero hablar.