¿Cómo estás, Marcelo? Vos sabés que yo pensé que no volvías más a la televisión. Que eso de mostrar cuerpos semidesnudos bailando, cortar la pollerita, hacerte el galán en vivo y lo de las peleas entre participantes ya no iba. Que algo habíamos aprendido. Que el humor cambió y que la gente cuando ve que dos famosos discuten saben que está armado. Que están montando una escena. Y lo de poner periodistas de espectáculos como jurados, aburría. Encima, otra vez: Moria, Polino, de Brito, Pampita. Y falta Nacha para que el imitador de Sandro le diga “Sandro es mi vida”. Pero parece que no. Aunque en vez de tener 30 puntos de rating tengas 3 o 4. Pero eso es más por culpa del cable, las plataformas, las redes sociales, el streamers y otros programas de la competencia como Got Talent Argentina o Buenos chicos. Y vos ahí en América. Siempre flaco con tu pelo blanco y tu barba negra cuando debería ser al revés. Porque a la mayoría de los más 50 se nos pone primero la barba blanca y en el pelo algo de color en la nuca nos queda. ¡Pero tenés razón! Seguro que viste una foto de Ricky Martin cuando apareció en un río bañándose con el pelo blanco y un novio extranjero para que no lo reconocieran en la Polinesia. ¡Y vos sí que sabés de moda! Y si no sabés, le preguntás a tu amigo Cuneo o a Rafael Álvarez Castillo que te asesoran. Si siempre quisiste ser un modelo italiano morocho y fachero, incluso cuando te costaba bajar de peso y las minas todavía no te perseguían en Tequila. Pero te juntaste con tu primo El Tirri y no paraste más de levantar en los boliches. Aunque el levante te llegó un poco tarde. ¡Perdón! Esto no lo digo yo. Se lo escuché decir una vez a Beto Casella. Porque del Bailando y de vos hablan en todos lados. Y te escuché decir, ahora que agarraste la programación de América, que todo es un 360 y lo que sale en tu programa sale a la vez por youtube, twitter e instagram. Y si no sale, levantás un programa y sumás otro satélite del Bailando en A24. ¡Bueno! Eso tampoco lo digo yo. Te acusa Baby Etchecopar de hacerlo. Y si no le pedís a los participantes del Bailando que hagan su propio vivo con el celu y así no para la rueda. Justo ahora que me enteré que te hackearon las redes. ¿No sé cómo vas a hacer para postear en IG o subir un videíto a Tik Tok? Aunque seguro tenés un community manager que lo hace por vos. Por suerte, San Lorenzo juega mañana y en el Inter Miami este fin de semana Messi no juega. Te digo, porque sé que te gusta el fútbol y que vas a la cancha a verlo con tus hijos. Que jugaste en las inferiores de Defensores y de San Telmo y hasta despuntaste el vicio con jugadores profesionales en tu programa Ritmo de la Noche, allá por los 90, cuando le hacías cámaras ocultas a la gente y le rompías el auto y después por la magia de la televisión se lo pagabas y todos se reían. Como nos reíamos todos con los bloopers y nos enamoramos de Paula cuando vos también lo hacías. Y nos pusimos mal cuando te robaron la elección en la AFA a manos de Luis Segura, en aquel famoso 38 a 38 y votaban 75 asambleístas. Pero después fuiste presidente de la Liga Profesional y antes de San Lorenzo y coqueteaste con la política. Y siempre se fantaseó si eras kirchenista o macrista. Y algunos decían que eras más tinellista que otra cosa y por eso nunca te la jugaste por ninguno. Aunque propuestas para entrar en la política tuviste. Si hasta te imaginaste ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, jefe de gobierno porteño o intendente de Bolívar. Y nosotros creyendo que tenés un montón de campos en la Patagonia, un vino, que sos amigo de Messi, fuiste de Maradona y que tuviste un montón de minas. Y hasta alguno con malicia dijo que hasta tuviste algún novio. ¡Pero viste como es el espectáculo si tenés éxito, sos puto! Pero volviendo al principio de mi carta, que espero la leas y rompas. ¡No pensé que volvías a la tele! ¡No sabés cuánto me alegro! Porque aunque a mí no me guste tú programa, le das trabajo a un montón de gente. Te soy sincero, me pareció que el formato del Bailando estaba agotado y que los gritos, peleas y chismes en la televisión era viejo. Pero a esta altura me parece que el viejo soy yo y que me volví un aburrido que no me gustan los chistes sexistas, los agravios, los levantes en vivo, las gastadas, las mujeres hermosas, las luces de colores y la gente que hace lo imposible por seguir estando joven y linda. Y sigue siendo más importante el sueño de bailar, cantar, ser actor, actriz, futbolista, influencer o tener una linda imagen que otros. O eso pareciera. Y no me vengas con que se prepararon un montón, porque algunos sí y otros no. Y al final resulté un envidioso. Como todos los que estudiamos ciencias de la comunicación en la UBA y nos la pasamos analizando fenómenos culturales como nos enseñó Alabarces y no entendemos un pito. Y más de uno hubiéramos querido ser una estrella de la televisión o de la radio, tener un programa exitoso como VideoMatch, Showmatch, Ritmo de la Noche, Canta conmigo u otro durante 30 años. O ser los presidentes de un club de primera como San Lorenzo. Aunque lo de la vuelta a Boedo no sé si se da. Y esta vez el éxito no sea tan grande. Y la barba sea blanca aunque la tiñas de negra. Y en tu casa estés solo cuando se apagan las cámaras o se queda sin batería el celu. Y los chistes de El Tirri no alcancen. Y las mujeres que te juraban amor eterno cuando tenías 40 puntos de rating, salvo que sea la de toda tu vida, más tarde o más temprano te dejan.