Carta abierta de Aleyda Morales a la aceptación

Carta abierta de Aleyda Morales a la aceptación

La verdad es lo cierto. Esclavitud es la posesión de una persona como propiedad. Reducida a condición de objeto, el esclavo carece de libertad y derechos de modo permanente. La esclavitud implica trabajo obligatorio con el lugar de trabajo y residencia dictado por la parte que mantiene al esclavizado en cautiverio.

La historia pasada de la humanidad es lo ya sucedido, lo que pasó, aquello ocurrido en tiempos anteriores al nuestro, hechos pasados no se pueden cambiar porque ya sucedieron. Es como cuando un niño físicamente nace, no puede volver a nacer, ya nació, si muere y revive eso es otra cosa, otra historia. La historia de africanos convertidos en esclavos durante la colonización de las Américas, debe enseñarse tal y como sucedió, de otro modo no educamos con la verdad. Al educar sobre momento histórico, debe hablarse con la verdad de hechos ocurridos sin importar la crueldad de aberraciones impuestas por los colonizadores a quienes convirtieron en sus esclavos, tomándolos a la fuerza de comunidades establecidas en África para desplazarlos a tierras desconocidas sin pedirles consentimiento. Los africanos convertidos en esclavos eran miembros de una familia, pertenecían a pueblos con su propia cultura, sus costumbres, su religión, un sistema propio de vida comunitaria. La idea de hombres y mujeres salvajes viviendo como animales es un disparate nacido en la mente de quienes interesan justificar, de algún modo, la esclavitud. Decirlo abiertamente e incluir en un currículo académico que de algún modo los esclavos se beneficiaron de la esclavitud, es un disparate malicioso, un descaro de quienes interesan negar la negra historia de los blancos colonizadores. Creer y decir, que siendo esclavos los negros africanos aprendieron destrezas para beneficio propio como, vestirse cubriendo sus partes privadas, lavarse los dientes, aprender el idioma o religión de sus colonizadores, eso es un insulto, una falta de respeto a todos los descendientes de africanos transportados en cautiverio a cualquier parte de América. Igualmente, es un insulto a todos los que repudiamos la esclavitud de seres humanos en el pasado, en el presente y en el futuro. Así como no puede justificarse la esclavitud, no puede justificarse esta clase de insulto.

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