Carta abierta de Roberto Dacal a los usados sin garantía

Carta abierta de Roberto Dacal a los usados sin garantía

Usada, sin garantía y he vuelto a comprar.

Usada y sin garantía

estabas en la barra de lo posible y accesible

esperando ese tal vez.

Mucha pintura y un fresco vestido

no ocultaban el paso del tiempo.

Leí en tus ojos de rímel cansado

usada sin garantía,

pero con los ovarios bien puestos

y pensé, si invitarte o huir.

Se te veía bien cuidada.

Tus manos de uñas cortas,

tus pechos de mujer que a amamantado

me mostraron parte de tu historia.

Sí. Yo también tengo mi historia

se me nota el descuido,

llevo llanto en el saco y en la corbata.

Andando como perro apaleado,

aprendí que es mejor besar que morder.

Por dos usados nadie da garantía,

aunque a veces dura más que nuevo.

Será cuestión de intentarlo,

Desear que en esta partida

los dos tengamos flor

olvidar el ancho y la espada,

saber que irse al mazo no es pecado

y anotar poco a poco,

cómo si fuesen porotos,

usados, garantía por un día.

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