Inflación. Por Juan Botana

Inflación. Por Juan Botana

Desde las PASO el tema que más preocupa a los argentinos es la inflación. Hay otros como Javier Milei y sus planes de gobierno, las fuertes tormentas en AMBA, las inundaciones en La Plata y en CABA, la primera conferencia de Messi en el Inter Miami, el allanamiento a la Bombonera por la supuesta venta ilegal de entradas en Boca, la muerte de Mariano Caprarola, el crimen de Pérez Algaba, la salud de Silvina Luna, el femicidio en Punta del Este a una joven Valentina Cancela que había denunciado tres veces al ex novio acusado de matarla, que si el próximo gobierno hará trato con comunistas o no, o si Sergio Massa renuncia al ministerio de Economía para abocarse de lleno a la campaña o no. Y a lo mejor esto último también tiene que ver con la inflación. Una vez que se supo el resultado de las elecciones en las PASO el gobierno devalúo un 22 por ciento el peso argentino. Quedará la duda si lo hizo porque ya lo tenía arreglado con el Fondo, por el 30 por ciento de votos que sacó Javier Milei y otros 17 Patricia Bullrich, si fue una condición del FMI al Estado argentino para recibir la semana que viene un desembolso de casi 8.000 millones de dólares que le permitirá al gobierno controlar la economía hasta octubre. O si es porque los mercados desconfían de todo o por pura especulación. En Argentina hay aumentos desmedidos desde agosto del año pasado: canasta básica, colegios, alquileres, prepagas, tarifas, impuestos municipales, gastos fijos y el dólar sube sin control. O mejor dicho, incluso controlándolo y comprando dólares el Banco Central en cantidad. Sumó 184 millones en un día y desde la devaluación del martes, 647 millones. No logra que los argentinos dejen de pensar en dólares. Y quizás por eso pega la propuesta de Javier Milei sobre la dolarización. Aunque ahora que está más tranquilo y no grita, como esos chicos que hacían berrinche para que le presten atención, ya dijo que necesita por lo menos nueve meses para encarar una política monetaria de este tipo. Y que más o menos eso tardó en hacerlo Ecuador. El mismo ejemplo de Ecuador daba Domingo Cavallo en el 2001 y terminó con el corralito, las muertes en la Plaza de Mayo, un presidente yéndose en helicóptero y millones de ahorristas apostados en las puertas de los bancos queriendo recuperar su dinero. Y después la sucesión de presidentes, la pacificación y devaluación de Duhalde, el plan de Lavagna, la posterior asunción de Néstor Kirchner y quizás el mejor gobierno de los últimos años gracias a la soja, cierta muñeca política, el desendeudamiento, la militancia, etc. Pero eso duró cuatro años y un poco más. Después llegó Cristina y el gobierno pasó de muy bueno a bueno. El segundo de Cristina ya fue regular. El de Macri malo y el de Alberto peor. Y ahora Sergio Massa haciéndose cargo del gobierno y la campaña desde el ministerio de economía con la promesa de ser el próximo presidente. Pero el futuro es incierto. Sin dólares, con el 85 % de reservas en yuanes y el resto en letras del Estado que no puede tocar y algún que otro dólar. Pero si te peleas con los chinos, como le gustaría a Milei, te quitan las reservas. Si te peleas con el FMI como le gustaría a gran parte del gobierno y a Cristina, no te giran los dólares que necesitas para vivir. Y ya no el gobierno, los millones de argentinos que no sabemos si poner los pocos pesos que tenemos en plazo fijo a tasas de más del 100 por ciento, si comprar en el mejor de los casos 50 dólares por mes, si pagar con tarjeta de crédito porque lo que nos cobra de intereses incluso siendo una barbaridad es menor a lo que será la inflación, si ir al Coto y estoquear alimentos no perecederos y guardar en la alacena. Porque ir al cine, al teatro, al Mc Donald´s, a comer afuera y a comprar regalos para el Día del Niño es casi una quimera. Y la apertura de paritarias que reclama Moyano no llega. Y el monto fijo para compensar la suba de precios por inflación por ahora es una promesa. Y el congelamiento del precio de las naftas hasta el 31 de octubre fue después de aumentarlas un 12 por ciento. Y el acuerdo del aumento de precios de hasta 5 por ciento por mes con los grandes empresarios quién sabe si lo cumplen. Y aunque Massa dice que les caerá con el peso de la ley como hizo con el transporte, el tema lo resolvió pagando el Estado lo que deberían pagar los privados y absorbió los costos. Y si Milei, Bullrich o el mismo Massa nos saca los subsidios a la luz, al gas, al agua y a los colegios privados no vamos a poder pagarlos. Y el libre mercado que ahora reclama una gran parte de la sociedad irresponsable no lo reconoce, pero bien que se anota en el previaje, usa la SUBE de un jubilado de la familia para pagar la tarifa social  y va los domingos a comprar la carne con cuenta DNI. Y siempre hay ricos que podrán pagar las cosas, pero habrá muchos más haciendo la cola en hospitales, paradas de bondi, cambiando su hijo de escuela o buscando descuentos. Mientras en el chino de la vuelta de mi casa remarca los precios un venezolano que vino a la Argentina a trabajar.

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