Habrá que ver cómo juega el voto del interior en la elección nacional. Siempre es difícil transpolar el resultado de una elección provincial al plano nacional. Lo mismo sucede con las encuestas que normalmente se hacen en la Ciudad y el Gran Buenos Aires, olvidando al resto del país que dio en Santa Fe un triunfo de más del 65% de Juntos por el Cambio contra el 25% de varias agrupaciones peronistas. Y en la victoria del radical Pullaro se coló Larreta en detrimento de la candidata del Pro, de Bullrich y de Macri, Carolina Losada. Pero peor le fue a Lewandowski que hace poco le ganó la pulseada en la lista de senadores por Santa Fe a Agustín Rossi, el mismo que era Ministro de Defensa de Alberto y hoy quiere ser vicepresidente acompañando a Sergio Massa por Unión por la Patria. Y algunos pensarán que los frentes alineados con el ex Frente de Todos ganaron en Salta, La Pampa, Tierra del Fuego, San Juan, Tucumán, Misiones, Formosa, Santa Cruz, La Rioja, Catamarca, Chaco, Chubut y eso le proporcionará una gran cantidad de votos a Unión por la Patria. Y los amigos de Juntos por el Cambio con muchos radicales triunfaron en Mendoza, Entre Ríos, San Luis, Jujuy, Río Negro, Corrientes y ahora Santa Fe; y muchos de esos votos irán para Juntos por el Cambio ya sea Bullrich o Larreta. Y eso a ciencia cierta no se sabe. Pero igual cuando gana alguno de sus aliados o casi, viajan apurados para sacarse la foto y decir yo soy el candidato o candidata a presidente o presidenta de tal o cual precandidato a gobernador. Queda Neuquén que es un mundo aparte. Donde gana el Movimiento Popular Neuquino o como se llame ahora y uno supone que es un voto de derecha o centro derecha y que irá más para Bullrich, Larreta o Milei, que para Massa, la izquierda o Schiaretti. Y acá vamos con Córdoba, donde el candidato de Schiaritti ganó y éste también precandidato a presidente pensará que se llevará una gran parte de los votos de una provincia con una gran tradición radical y que hace dos elecciones le dio el triunfo a Macri y hoy se disputan parte de su electorado: Bullrich y Larreta. Pero también puede ser que el ex gobernador de Córdoba que tiene un proyecto de país más parecido al del peronista fallecido De la Sota se lleve los votos de todos los indecisos o de partidos menores que no quieren quedar atrapados entre Juntos y Unión y que no los convence Milei. Faltará saber cuántos votos saque cada uno en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires, que quedarán para cuando se hagan las PASO el 13 de agosto. Y la provincia de Buenos Aires es la madre de todas las batallas y quizás esa elección defina quién gana o casi. Recuerden que la provincia de Buenos Aires concentra más de 17 millones de personas, el Gran Buenos Aires más de 10 y el Municipio de La Matanza cerca de 2 contra 3 que tiene la Ciudad de Buenos Aires. Y a nadie se le ocurre pensar que el intendente de La Matanza puede ser presidente. Sin embargo, su distrito se parece más en población a CABA que CABA a la provincia de Buenos Aires. Dejando a las claras que el intendente de ese partido debería tener una experiencia similar de gestión que la del Jefe de Gobierno de la Ciudad. Una población más rica que además goza de todos los recursos heredados por ser capital federal. Y ahí mi preocupación central. Salvo Schiaretti (4 millones de personas) ninguna o ninguno de los principales candidatos a presidentes fue gobernador o gobernó un territorio con una gran población. Le sigue Larreta (3 millones de personas). Massa fue Intendente de Tigre (450.000 habitantes). Bulltich, Milei, Bregman, Solano, Moreno, Bárbaro, lo máximo que hicieron fue ser diputados, legisladores, secretarios o ministros de alguna cartera. Ni siquiera senadores para representar su provincia. Y Castañeira, Biondini, Escobar, Cúneo, Gobbi, Giardinelli, Grabois, ni eso. Y a lo mejor por eso levantan banderas de: patria (Massa, Grabois), de cambio (dividido en orden –Bullrich- y gestión –Larreta-), de libertad (Milei), de moral (Moreno), de seguridad (Cúneo), de lucha (Bregman, Solano), anticapitalista (Castañeira), anticolonia (Grabois). Porque prefieren no decir cómo le van a pagar al fondo; bajar la inflación; terminar con la pobreza, el narcotráfico y la inseguridad; conseguir inversiones y reservas; hacer que el peso argentino valga y no se fuguen los dólares; promover el acceso a la vivienda, a la salud, al trabajo, a la educación, etc. Porque lo de unir a los argentinos que prometieron alguna vez Macri y Alberto ya me olvidé. Me conformo con que después de las elecciones se junten y se repartan los cargos. Y que la fórmula que gane sean presidente y vice y la que salga segunda sean jefe de gabinete y ministro de economía, y la que salga tercera vaya a otros ministerios, y la cuarta a otros, y la quinta a otros o a secretarías y así. Porque si los 14 precandidatos a presidentes con sus vices son los mejores hombres y mujeres que tenemos, a lo mejor antes de asumir, si se encierran en una pieza y se ponen de acuerdo en algo, nos iría bien.