Goles son amores 2. Por Juan Botana

Goles son amores 2. Por Juan Botana

Uno de los pocos nacionalismos que nos queda son las selecciones nacionales de fútbol. Y de ninguna manera podríamos aceptar que nuestra selección fuera dirigida por un técnico extranjero. Sin embargo, otros países lo aceptan. Tal es el caso de Uruguay (y antes Chile) que aceptó a Marcelo Bielsa. Incluso en lo personal me costó mucho digerir a Sampaoli, que siendo argentino dirigió la celeste y blanca luego de ganarnos con Chile la final de una Copa América. Y eso no se lo perdono y si fuera dirigente de la AFA no lo hubiera llamado para conducir la Selección Argentina. Y en verdad así nos fue. Pero Uruguay es distinto. Un país más chico, con una idiosincrasia tranquila, que cuando vas te transporta a la Argentina de hace varios años o alguna ciudad del interior mucho más serena, sin tanto apuro y egoísmo. Y algunos pensarán que es el lugar ideal para Bielsa, parecido al viejo Rosario. Sin embargo, no estoy tan seguro. Bielsa con sus equipos quiere atacar todo el tiempo y les exige mucha velocidad y no sé si los uruguayos quieren eso. Bielsa va a volver locos a los jugadores con la dinámica y cierta vorágine y cuando no la tengan se enoja. Ya le pasó después de ganarle el segundo partido de su ciclo a Cuba. Cuando pensó que un equipo con una capacidad técnica inferior como Cuba no podía llegarles al arco ni tener tanta posesión de pelota. Me acuerdo cuando después de quedar afuera con la Selección Argentina en el Mundial 2002 dijo que su planteo estaba bien porque llegó no sé cuantas veces al arco. Pero la forma que llegaba Argentina era con centros del “Piojo” López a Batistuta que hasta yo sabía donde había que pararse en la defensa para contrarrestarlos y los suecos también. Y también Inglaterra y casi que lo logran los nigerianos, que perdieron solo uno a cero. Y la historia es sabida. Nos quedamos afuera del mundial en primera ronda. Y después el llanto de Bielsa, el consuelo a Ortega, su exilio en el campo en Santa Fe, seguir siendo técnico de la selección y cuando la clasificación al Mundial 2026 estaba encaminada se le acabo la nafta y se fue. Y tuvimos que llamar a Pékerman. Porque Bielsa es un buen técnico, honesto, amable, pero caprichoso. Si hasta llego a pensar que Sampaoli podía ser mejor que él, porque se animaba a cambiar y él no podía. Y los dos hicieron dos de las peores campañas de la Selección Argentina en mundiales. Y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas. Alguno me dirá que lo que importa no es ganar si no la forma y tendrá razón –de hecho soy menottista-, pero tampoco jugaron bien esos mundiales. Y ni siquiera fueron perjudicados por un arbitraje injusto. Me acuerdo cuando yendo a una psicóloga para explicar algo usé una anécdota de Bielsa. Era un partido amistoso de Argentina frente a Uruguay. Y en un córner Argentina tenía una jugada preparada para hacer y en vez de hacerla, Diego Milito hace otra cosa y hace el gol. Marcelo Bielsa lo llamó y lo retó porque no había hecho la jugada que habían practicado en los entrenamientos. ¡Milito hizo el gol! Pero desobedeció a Bielsa. La psicóloga me preguntó: “Usted es Milito”. “Ojalá”, le dije. Yo soy Bielsa. Y justamente iba a la psicóloga intentando dejar de ser así. Conclusión: “Cambie Bielsa”. Aunque después yo me ofenda porque nos ganó un partido en eliminatorias siendo técnico de Chile. Aunque me parezca una boludez que haya convencido a su equipo, el Leeds, para dejarse hacer un gol, porque entendía que el árbitro había dado un gol a su adversario que no era. En ese caso, por más que se equivoque el juez es el árbitro y no usted para dictar justicia. Y a lo mejor un poco se subió al personaje. Y porque mira para abajo y habla con miedo eso lo hace bueno o justo. ¡Sabe que a mí me pasa lo mismo! Y le pido perdón por hablar de un técnico que no dirige a la Argentina, porque para eso estarán los uruguayos. Y personalmente espero que su Uruguay pierda con Argentina 2 o 3 a 0. Y que siga formando jugadores tan bien como lo hace. Como lo hizo en Newell´s, Vélez, Atlético Bilbao, Leeds o Chile, donde mejor le fue. O incluso por momentos con la Selección Argentina. Y aplaudo también que su Uruguay haya jugado un amistoso con Cuba. Un país al que las grandes selecciones no quieren jugarle por ser un fútbol menor o por cuestiones políticas. Me acuerdo cuando estuve en Cuba en el 2013 y me llamaba la atención que los hinchan se dividían en los que eran del Real Madrid y alentaban por Ronaldo y los que eran del Barza e hinchaban por Messi. Y me decían que en Cuba había muy buenos jugadores pero que se iban a jugar a Estados Unidos o a México. Como se fue usted Bielsa.

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