Oh
andamiaje de la poesía,
defiéndeme del verbo negro de las andanzas
Cúbreme en tu follaje trémulo de frío
Yo sabré calentar esta templanza
con el sentir mío
Amante de la poesía
Nos vence el mismo amor
No deja dormidos y despertar es volver
a preñarnos de lirios.
Somos locos que no encontraron abrigo
Que golpeamos puertas hasta que nos venció el hastío
y un día domingo cualquiera
coincidimos en el umbral de la sonrisa.
En el de los quejidos.
Yo te veo cantar y elevar loas a lontananza
y me preocupa que llegue primero tu voz
hasta el pico, hoy blanco, de Los Andes y yo
me convierta en olvido.
Somos amantes de un mismo amor
y enloquecimos al unirnos al desvarío
de lo increíble que nos hace sentido:
Que la nieve tiene rosas rojas nacidas.
Que el mar se llevó todos los ríos.
Que al desierto ha llegado la lluvia
y el arenal empapado ha asustado a los beduinos
No adelantan las caravanas.
Somos amantes, anti cuerdos, locos de ambrosía.
Sin rarezas, ser felices no podríamos
y las cosas que pasan es por amar al mismo cariño.
Hoy seamos amigos
Acompáñame a caminar por los delirios
Por las fuentes de goteras llenas
Por las calles dolientes dónde murieron de frío
los caminantes de ayer con los zapatos fríos
y dejemos los nuestros por si vuelven nacidos.
Aserrín desbordante que protege el balance
de las baldosas errantes en los jardines de invierno.
Tenemos un mismo amor y sonreímos
Vamos cantando bajo un paraguas amarillo
Sol de plástico para entibiar lo entumecido
Para que pueda sonreír un instante el afligido.
Hay demasiado qué decir y de pura emoción olvido.
Somos todos amantes de la poesía
y es menester volar un rato hacia los montes
que parecen tocar el cielo, aunque no lleguemos.
El corazón está henchido de gracia, de locura, osadías
y el repique de campanas que se escucha el mediodía
nos convierte en muro de añosas catedrales,
manchadas de musgo, historia y tiempo ¡qué pensamientos!
Somos parte del sueño de la vida
Las gárgolas imperiales nos escupen pájaros
que hacen algarabía,
buscando en nuestros bolsillos, migas.
Cuida los campos porque irán a comer de tus semillas
Vamos
todos los amantes de la poesía
a encender las farolas cuando empiece a irse el día.
A abrir el alma y entregarla viva
a quienes están en este invierno ¡tan frío!
Los amantes de la poesía
hacemos los jardines en invierno para llenar de colores
la existencia- sueño o la existencia-vida.