Presentación del libro Sin ojos que los miren de Juan Botana en el Jardín Botánico Carlos Thays: charla abierta, narraciones, performances, lecturas del libro y de los participantes, lluvia incluida, entrevista abierta y música al final.
Hola a todos, todas. Muchísimas gracias por venir. Mi nombre es Juan Botana y lo que vamos a hacer acá es presentar este libro que se llama Sin ojos que los miren. Que trae consigo una pregunta: ¿En qué momento no te sentiste mirado? Y cuando digo: “mirado” me refiero a: ¿En qué momento, sentiste, que no te prestaron atención o te dieron bola? Y quizás sea eso lo que iguala a los personajes e historias del libro. Y a los mejor a todos nosotros. Porque todos alguna vez no fuimos tenidos en cuenta por nuestros padres, personas que amamos, estado, gobiernos, comunidad literaria, etc. Y para eso el libro en cada crónica funciona como un reclamo: a los padres (Boca de lobos, Cartas amarillas, Tablas), a las autoridades (Senegal, El hospital de los wichis, La rebelión de los viejos), al poder (“Saqueos”), a la policía (La loca del chango), a los hijas cuando una es anciana (Leones de Escalda), a la vida o a la muerte (Banfield), al amor (Los amores de Laura, Desencuentro, Tengo miedo del final), a los demás (La esquina es mi corazón, Nubes grises, Loco corazón), a uno mismo (La Social Cultural, Nadie), al patriarcado (Pampa), a la iglesia (Curas sanadores), a la militancia (Cubo, Mary Mosquera), a los muertos y su recuerdo (El pueblo se llamaba Mansilla).
No tuvieron castaños
unos ojos claros posados en ellos.
Ni el calor noviembre
de una lluvia intensa por decirlo así.
Tuvieron la sombra
de un beso mojado secando un te quiero.
Sin ojos que los miren
cuesta más seguir.
El libro comienza con un poema y sigue con las crónicas. Entendiendo a la crónica como un cuento que fue verdad. Al decir un cuento está claro que no todo fue verdad, pero gran parte de él o un dato preciso o una anécdota o algo fue real y es lo que marca la historia. Como es el caso de Boca de lobos, que cuenta la relación entre un padre y su hijo en plena dictadura militar, y de cómo entendió la época y los conflictos al interior de la casa el menor de la familia. Y empieza así:
Hablaba solo. Así lo encontró su padre, sentado en el furgón del camión de mudanza, mirando con ojos sin retorno la casa donde vivían, como si nunca más la fuera a ver. La casa, que en realidad era un departamento en planta baja sobre la calle Gurruchaga, se borró de su memoria por completo por un tiempo, al menos hasta hoy.
Pero a la distancia todo se ve distinto.
Nunca más estaría su abuela Roxana asomada a la ventana charlando con cuanta vecina pasaba por allí, alargando las tardes en la primavera callada del ‘79.
Ni Mariela arrancándole los pelos a cuanto “negro”, como decía ella, pasaba por la puerta corriendo a su hermano, Ricardo, con el afán de obligarlo a seguir jugando a las escondidas. Un juego -que por contar siempre él- había dejado de divertirlo y por eso escapaba.
Y la idea hoy no es escapar, sino salir a mostrar este libro por aquí y por allá. Ya lo hicimos en el Club Lanús, en la Universidad Nacional de Lanús, acá en el Jardín Botánico de Buenos Aires, en la Casa de Cultura de Lanús, de nuevo acá en el Jardín Botánico Carlos Thays. Y estamos en tratativas para llevar la presentación al Macu o al Macsur de Lanús, al Museo Americanista de Lomas de Zamora, a la Biblioteca del Puente en Caballito, a la Biblioteca Mariano Moreno de Lanús, a la Feria del Libro de Buenos Aires, al Centro Municipal de Arte de Avellaneda y seguiremos viniendo al Jardín Botánico los últimos sábados de cada mes. Así que nos seguiremos viendo, si encontramos lugares donde hacer los encuentros y me acompañan.
La presentación va a ser así: Yo leo algunas partes del libro, les pido a algunos de ustedes que lean otras y los que hayan traído algún texto propio o performance que les interese compartir, lo haga con total libertad.
Para los que le gusta la crónica o quieren profundizar en el género les dejo algunos conceptos para que tengan y lean, antes de avanzar con la presentación donde todos vamos a participar.
15 arriesgos sobre la crónica (están en mi libro “Toda la voz de América en mi piel”: ensayo sobre la obra de Pedro Lemebel)
- La crónica es una mentira
- La crónica es un freak
- La crónica es una investigación periodística
- La crónica es Nuevo Periodismo
- La crónica es no ficción
- La crónica supone un “haber estado ahí”
- La crónica es mirada
- La crónica es un macro-genero
- La crónica es literatura menor
- La crónica es política
- La crónica es colectiva
- La crónica es un género fronterizo: una escritura a la intemperie de los “otros”
- La crónica es un género baldío
- La crónica es calidad de estilo propio
- La crónica fue inventada por los modernistas