Títulos de periódicos. ” NO” -dije- y seguí como pude. Me embullí entre papeles, me escondí en la casa de piedra, al lado de la playa La que a vos tanto te gustaba.
Te acostarás en la arena con el sol penetrando tu piel, después corríamos al mar.
Jugábamos a quién aguantaba más debajo del agua.
Me amabas, te amaba. Nos faltaba sólo una mirada para saber lo que cada uno necesitaba.
Te extraño en esta mañana en la casa de piedra. No está tu desayuno en la mesa de afuera.
Ni el olor a pan quemándose en la hornalla, ni ese humo con el que salías tosiendo de la casa. Mientras yo abría puertas y ventanas. No sabías cocinar, yo lo sabía; pero siempre querías demostrarme que podías.
Eras simple, tan cuidada, delicada. Recuerdo tu risa sonando en el mar con tu cuerpo medio desnudo, mientras las olas iban llegando, te gritaba: “cuidado!”
No me hacías caso, y las sorteabas.
Nos casamos sin cura, ni ceremonia de civil, sólo con amigos, prometiéndonos amor eterno al lado del mar. Llevabas una corona de flores y una túnica blanca y los pies descalzos, a mí me hiciste poner un moño arriba de una remera y una Bermuda negra.
Tuve que volver a Buenos Aires, al diario.
Pero cuando llegué a la redacción encontré en los titulares tu nombre.
Arrugue el diario, todos trataron de contenerme.
Hoy fui a la casa de piedra a venderla, pero allí están nuestras almas todavía riendo, soñando con el futuro que no llegará. Así que no pude…y también voy hacia el mar, sin redes, tal cuál estoy. Me puse el moño , la remera y las bermudas negras.