Querido Juan:
Esto lo estoy escribiendo una hora antes de la final.
Al momento de leértelo, ya las pasiones de la alegría o lo sabores amargos estarán circulando dentro de nuestra población. Por eso en este análisis pre manija de lo que nos espera, para poder contarte lo que nos ocurrió durante estos 28 excepcionales días.
Hace cuatro años y unos meses, vos y yo hicimos “Ruso el que lee”, donde inventamos una dacha en Siberia desde la que mirábamos los partidos del Mundial de Rusia. Cumplimos con los cinco domingos mundiales listos desde aquí, desde la costa. Nos encontrábamos en una radio de Pinamar y emitiamos para todo el país. En ese campeonato, Argentina tropezó con Francia, y quedó afuera. No era una selección que despertaba adhesiones. Bueno, no hubo tiempo, ni cohesión, ni dirección. Igualmente, hicimos programas juguetones. La pasamos bien, mezclando fútbol con literatura, música y artes.
Ahora, Juan, en este noviembre-diciembre, temporada inhabitual para la Copa, hicimos en Gesell, tu Gesell, este ciclo de cinco domingos y lo titulamos, Qatar de noche en homenaje a tu célebre libro de cuentos.
Lo hacemos con el Ruso Verea y con Pedro Saborido, dos que te honran y te admiran. Y te cuento que nos tocó un Mundial increíble, donde Argentina empezó tropezando con un supuesto equipo débil, y luego se rehizo hasta llegar a la final de hoy, también contra Francia, un equipo demoledor.
Esta selección ha cumplido con creces, y ha dado muchas alegrías en el sentimiento popular. Calles y redes inundadas de ingenio, picardía criolla y amor.
No sé como le irá a nuestra selección hoy, pero vos estarías orgulloso de ella. Te conozco, por eso te lo digo. Te habría gustado el papel de nuestro crepuscular capitán, sabio y peleador.
Ésta ha sido una gesta increíble, de menor a mayor, y espero, a esta hora en que empiezan los nervios, que la gente de la Argentina, este país que se autodestruye permanentemente sea consecuente y agradecido con lo que construyeron esos veintipico de chabones allá lejos, que pechearon con habilidad, fuerza, solidaridad, bellezas aisladas y con resiliencias. Vos sabés, en nuestro país estamos lacerados, y necesitamos curitas.
Te hubiera gustado escribir sobre esto que vivimos, y también, hacer este programa.
Me duele la panza, se acerca el partido.
Ojalá terminemos bien, sea cual fuere el resultado.
Esto es más que fútbol, Juan, vos sabes.
Esto ya es literatura.
Un abrazo, besitos. Te extrañamos siempre.
Miguelete.
* Este texto fue escrito el domingo a la mañana, para ser leído a la noche en el inicio del último programa de Qatar de Noche, dedicado a Juan Forn.
Fuente: Página 12