Acercarse a la inmediatez del ser. Acercarse a la forma, no es estar esamblándose con su contenido.
Nos quedamos con lo inmediato, lo finito, es decir, con el envase.
Pero la realidad que a éste la componen, no sólo dejan de ser objetivas, para el otro, sino que son subjetivas.
Porque todos de alguna manera pertenecemos a la inmediatez, no a lo infinito (alma) sino a lo corpóreo (pensamiento, palabra).
De esta manera se dan las diferencias de comprensión, de expresión.
A los que llamamos “Distintos” por nuestra incapacidad de entender, porque sólo nos interesa la inmediatez, el resultado rápido, la palabra exacta; tienen otra manera de hacernos conocer un mundo que no vemos, porque no somos capaces .
Hay toda una realidad que se despliega a nuestro lado, que no vemos. Sólo la ven unos pocos, aquellos llamados distintos o con capacidades diferentes.
Quizás los raros para ellos seamos nosotros, que no nos detenemos un segundo a abrazar a alguien que nos necesita.
La inmediatez de la imperfección, nos lleva a perdernos en frustraciones, ambiciones, dolores, que no deberíamos tener.
Qué ellos nos enseñen, y nosotros nos sentemos a escuchar y aprender.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina