“Lo aprendido una vez, encuentra su significado a posteriori” Y es cierto.
Muchas veces nos preguntamos: ¿Porqué nos pasa esto? O , ¿aquello?
No hay en explicación lógica ni emocional en ese momento.
Pero con el transcurrir del tiempo se encuentra el porqué de tal acontecimiento o palabra.
Entonces es ahí cuando se aprende lo que realmente nos quiso decir la vida en ese momento.
Puede ser que cuando el aprendizaje se dió ante nuestros ojos, no lo hayamos entendido. Luego con lo experimentado se vuelve a repetir el aprendizaje y se da el entendimiento de éste.
Nos pasan diferentes cosas todos los días, pero sólo un puñado – las más significativas- son un aprendizaje importante para nosotros, y si no lo captamos, se dará una y otra vez frente nuestro hasta que se comprenda lo que nuestros ojos, consciencia se resiste a ver.
Los cambios la mayoría de las veces, traen aparejado: dolor. Y esto, también es un aprendizaje.
Es imposible resistirse a algo que debe cambiar. Es el ciclo de la vida.
El tiempo da vueltas con años, días, meses, horas, minutos. Es un torbellino.
Nosotros nos encontramos en el medio.
A veces nos damos cuenta del significado, pero en la mayoría de las situaciones no. ¿Porqué? Porque interviene nuestra parte de cerebro emocional.
Son éstas las que disimulan el paso que debemos dar ante la verdad develada.
Las emociones hacen lo suyo, y está verdad se vuelve a disfrazar, a esconder.
Siguiendo nosotros como si nada hubiese pasado. Y a decir verdad, pasó.
Como nos negamos al aprendizaje, se vuelve a repetir la enseñanza, caracterizada de otra manera, haber si de esta forma logramos aprender.
Muchas formas de explicar, muchas de aprender.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina