Se aproxima la noche
la piel se desnuda
el alma se evade
quedan las sombras
de la tarde
Amaneceres rotos
placeres apuñalados
por simples palabras
¿Qué hacer?
Miradas que no hablan
repuestas que no llegan
la fugaz instancia
entre el disfrute y el dolor
Pasó
nada
es la orilla
desierto
Destello de estrellas
pequeña luz
en la oscuridad.
Un lugar
desconocido
Tal vez mi escamas
abiertas
sangrando lágrimas
siendo “borde”
o, sólo santa
La fe en “el mañana “
que nunca llega
Y la esperanza que pesa.
Dolor que duele
más haya de las fuerzas
opaca la presencia
los cuerpos fundiéndose
para luego desprenderse
uno del otro
Volviéndo a ser ajenos
Todo vuelve a su cause
seres cruzándose en la calle
sin nada que los atrape
Ni siquiera esa noche
de pieles desnudas
acariciándo el Alba.