Juan Botana leyendo su poema “Malena” en el último festival de poesía en el Jardín Botánico Carlos Thays, Av. Santa Fe 3951, CABA, frente a la casona donde vivió Carlos Thays.
Malena
En donde ya no esperás que suceda
En el deseo
En los cuadernos que escriben la belleza
En esa
En la impureza
Malena
En el desvío que desespereza
En la maleza
En el respiro pulmón recién nacido
En el suspiro
-Esto no sale de acá-
Malena
Bajo los adoquines
En el cordón que desata el desahogo
En el ahogo
En el aire viciado de la pieza
Respira
Malena
-Me exalto-
En la bocanada
más fuerte de su vida
En la mía
En el disparo al pecho que la abrace
En el balazo
En el flechazo
El mío
El de su madre
En el abrazo
Malena
En el ambo
La cofia
En el barbijo
En el entrar arrebatado a conocerla
En ese entre
Entre
-Lo dijo-
Malena
En el llanto
que se deja amanecer
acunando madrugadas sin dormir
En el bostezo
En el mirar
En el reír
De volver a vivir
una tarde a la mañana
Y así
En él así
Malena
En los ojos
que se taparon de lágrimas
secados con su boca
En la mirada glauca
de luces con más sombras
-grises-
En la derrota
En el abrigo
-Te digo-
Fue el destino
En el deber
Un desatino
Malena
En la victoria que narra el desconsuelo
En el suelo
En el consuelo
En el anzuelo
En el pasto tirados, tanto amor
En el corazón
no les entraba la succión de su regreso
En el olor
En eso
En el exceso
Malena
En la puerta
esperándola a Lorena
boqueando en el brillar de los espejos
En el pasillo
En lo dicho
En lo no dicho
En lo ya hecho
En lo no hecho
o
Malena
En lo soñado peor de lo que fue
-Mejor, mucho mejor-
¡Inmejorable!
En lo que fue
No ves. ¿Qué ves?
En el jardín
¡Maleena!
Malena como Malena
Malena como Lorena
¡Maleena!
Encaje de sílabas, de letras
Enjambre
De metonimia, otra vez esa
-¡Qué pesada!-
Cuanta reiteración
en él “En”
en el “Cuando”
En el “Qué”
Esperando a…
¡Maleena!
De susurros a mi oreja doblada en la de ella
-Espero me perdone por quedarme dormido-
En el parecerse
En el perfume
En el quejarse
Malena
-“Te cambio la vida”, dijeron- con zozobra
-Y que pensaban que fue lo que quería-
Allí
En esa herida
Malena
Que algo de la vida cambiara
Que nos sumara otra vida
Que estaba grande la cama
Que sobraba la comida
Que nos ampliara la casa
La vista
La risa
La dicha
En la desdicha
Malena
Las posibilidades posibles
De no llorar a escondidas
Las tizas abandonadas
Las tizas que no escribían
Las acuarelas guardadas
para pintar alegrías
Malena llegó tan clara
Tan dulce
Tan niña
Tan viva
Tan mujer
Desvergonzada
Tan esperada
Tan inesperada
Que me parece mentira
En el elástico
En la rayuela
En los dados
En los huevo fritos de mi abuela
En la mirada
En las canciones cantadas con mi hermana
En la guitarra
En refugiarnos en la cama marinera
En aquel patronato
En la sonrisa
En la sonrisa de:
¡Maleena!
Malena como barricada
Tan suspendida
Para iluminar el día
con su relámpago azul
Tal si lloviera
Era:
-No me digas que te lo dije
Para mí que se me escapó
Que no quería-
Bajo los adoquines no había
nada
si no insistías
Aros de sal en la almohada
Baba
La ropa recién planchada
Para salir a algún lado
Para salir de corridas
Con el bolso en el ocaso
Para dormir por si acaso
como todos nos decían
Para encontrar una excusa
-Por verte tan Malena-
Para salir a la vida
En el ajedrez
al que extraño
En la bicicleta prestada
En los patines robados
En la pelota perdida
En el escate de plástico
que lastimó mis rodillas
En las charlas con Graciela
En las cartas con Susana
En las canciones recordaba
que abracé con más ganas
Ganas de ser una niña
Una niña que jugaba
en la vereda de casa
tocándole la guitarra
cantándole amaneceres
A dúo
Con la armónica
Reía…
Malena
Decía:
En el río
En la delicadeza de sus dedos
En la araña de tela que le cuelga
En el viaje
En el drenaje
En la mochila con tul
haciendo mañas
En la maraña que la daña
En las mañas
Haciendo hipo
Llorando
Malena
Ay, que no se enteren los curas que nació
a ver si me la bautizan
ni la derecha
a ver si le hacen creer que el progreso individual nos salva de algo,
en vez de la ayuda mutua,
excepto la solidaridad que tienen cada tanto, rara vez
En esa vez
No está Malena
(Ni en la cana
que se le mete a los chicos en el cuarto
y los asusta
Con el ojo que todo lo controla
Ni en las botas)
Si no siempre (y hasta la victoria)
En el poniente sol
Descendiente en tobogán con escalón
En el calor
Malena
Si no nos desvivimos por ganar
Si no hay campeón
Si nunca hubo
Si no importa si no nos dan, lo conseguimos
Y si no sale, seguiremos
(hasta la victoria aunque no sea)
A ver si le dicen que tener ojos claros o ser delgada es más importante que la libertad, que la rareza
A ver si le vienen con certezas
En vez de una amalgama plural de formas
En la norma
No está Malena
(Ni en los juegos de princesas
Ni en la realeza
Ni en el lujo)
Ahora es cuando
y no es ahora
Ahora vino en tiempo justo
y a deshora
Ahora desde antes
En el antes
A la vejez
Malena
Cuando un tren te lleva a todos lados
Y su ruido se parece a los latidos
Y el viento sacude un canto suave
-de pájaros-
Las hojas de memoria que se caen
En el espejo amor de una mirada
En un ojo de sonrisa destapada
En la bandada
Malena
En las rodillas
Malena
En la hermosura
Malena
Soñando
Malena
Que te alcanzo
Malena
De sorpresa
Malena
En ese día:
Malena
En esas ansías
Malena
En nadie
En el aire
un barrilete
Malena
En tales
En cuanto tales
En el dolor de panza
En el eructo
En el alba
Malena
¿Qué te parece?
Malena
Con su voz de tango…
Malena
En el laurel
Malena
En la araucaria
En el nombre
En el renombre
El sobrenombre
Malena
En uno
En cada uno
Malena
En todos
En la tina
A tu lado
A tu costado
Malena
El veintiséis al final dijo he llegado
-Era ella la que tenía que decirlo-
De diciembre
En el final
Malena
En el intento
Malena
En uno
y en cada uno
Malena
En el disco que escuchaba de Mercedes
En Malena a lo Malena
-Muchas gracias-
Malena
Allí
En millones de susurros que salpican
En el recuerdo que transita
Malena
Era:
Levantarnos a acunarla por las noches
Maquillar el insomnio y la pereza
Prepararle la otra cama
en la mañana
en la destreza de cambiarla
Ponerle el huevito para el coche
(o el nidito)
Dormir, no dormir y el roce
-Un sobresalto-
de tanto hacer el mismo recorrido
De tanto ir y venir
ha sido
despeinarse por la brisa que adormece
Comer, limpiarse y enloquece
Subir y bajar de mano en mano
que embriaga su primer beso
en la mejilla
En el cuello su succión avisa
No mucho más y tanto más
A descansar
Malena
Era:
El sueño más grande de mi vida
de una vida gitana en la mochila
La orilla de una noche con su luna
El mar de arena blanca en la valija
El Machu Pichu, Formosa y arrancar
Bolivia
El Chaltén, Torres del Paine en Chile
El Huechulaufquen al que volveremos algún día
Los Alerces
Era…
Viñales, una playa de Cuba, Venezuela
Mendoza,
la muralla China de la China
Praga, Puerto Madryn, Rusia
Ushuaia que nos quedó tan cerca
Chiapas
El norte de Brasil
San Marcos Sierra
En el Quilpo
sin vendaval que nos mueva de la carpa
y nos inunde
A dónde iremos
¿En carpa?,
en aviones, en hostels, en trineo
Malena
Era:
Reir y llorar al mismo tiempo
En un amor desconocido que aparece
En el saber
En el pensar
En educar
¡Que crece!
En el viajar
Hasta el infinito y más allá
Malena
En la caña de los pescadores que no pescan
En una tabla de ski acuático que encalla
En un caballo que salta hacia el vacío
En cocinar
En el hablar
Malena
En un libro que he leído y no recuerdo
En levantarla con los brazos apretados
para no terminar jamás con el poema
-Ya está-
En esta gesta
de pañales guardados desde agosto
En el rostro
En el beso sonriendo en la mofleta
Seis ojos unidos que se abren
Entre las tetas
Malena
En la doblez de un pelo en remolinos
En las manitos que saca de la cuna
En los pies
En las fotos
En las dunas
En los aritos que no sabemos si ponerle
(y sin embargo le pusimos)
En los paraguas de oro japoneses
En los pantalones tan largos que le quedan
Ahí
En lo que sobra
En lo que queda
Malena
Es tanto lo que falta por hacer
Es tanto lo que hay en esta casa
que fue la de María en la vendimia
Los árboles en la vereda
desde niña
-¿En dónde empieza?
-¿Qué?
Lo de Vittorio
lijando la madera de Araucaria
En la tibieza
Lo que termina
Para que entre
El repelente
De un verde claro
De repente
Malena
Como no decirle que la amo
Como no pensar que se lo dije
Que la oculté siendo Marcos
Que la lloré siendo Norita
Que la deseé en el Parece
Que la temí en el Estaba
Que la nombre siete veces en Bolivia
Y la seguiremos nombrando
tantas veces:
Vivi, Didi, Mimi, Tai, Pipi, Triti, Bimbi
Griseldita
Male
Malenita
Mumi
Tatula tatula
¡Malena!
Para resguardar su anonimato en el lenguaje
A quien le cuaje
En el desangre
de un parto con dolor
En la cesárea
Aquí
En el amor
Malena
(Desde los ojos incoloros que todavía no ven
En el cloro
En el apodo
En el asomo
Que miran al oído gritando: “Necesito”
Una voz que ni se escucha en la penumbra
Pariendo colibríes
en el silbido tenaz
de una noche silencia
-¿Quién necesita?, preguntó
¡Shhh!…., que se despierta la nena
-¿El padre o la hija?
-El padre-
Eso está claro)
Malena
-No sabés cómo quería que nacieras-