Seguramente dice mucho más de nosotros
lo que callamos durante mucho tiempo.
Yo te quería y me callé. Hasta que no pude ocultarlo más
y lo dije. Se notaba demasiado.
Y en ese no decir y esperar me hice fuerte.
Y entre otras cosas… ya no tiemblo.
Mi cuerpo se re-encontró en el tuyo
y fue el mejor regalo que me hicieron en toda mi vida.