Carta abierta de Rodolfo Zamora Damonte a las matemáticas

Carta abierta de Rodolfo Zamora Damonte a las matemáticas

Hay odios o desagrados arraigados socialmente como epidemias o pandemias. Se
trasladan de generación en generación como líquidos conductores por una autopista en
bajada de tubos de ensayos interconectados entre sí en la búsqueda frenética de una
sustancia no existente hasta el momento (metáfora nerd-cientificista rayana en la
pelotudez).

Uno de esos odios es el destinado a las matemáticas. La gente odia las matemáticas pero
no se da cuenta u omite que:
1) Están en todas partes.
2) Se recurre a ellas cotidianamente.
3) Se goza de ellas más que con un multiorgasmo cuando los números no dan en
rojo.
4) No es necesario ver solamente a tutoriales de genios de los números para que te
caigan bien o digas “¡Ahí las matemáticas también pueden ser divertidas)
5) Tenemos una parte del cerebro que se dedica a cosas que nada que ver con los
números supuestamente pero si las indagamos no muy superficialmente
comprobamos que la música y sus pentagramas, tablaturas y ritmos
son…matemáticas, la danza, con sus tiempos y pasos son…matemáticas…las
artes plásticas con sus dimensiones, cantidades de pintura y exactas
proporciones para mezclar colores…son matemáticas y asi seguid contando,
enemigos de los numerillos…
6) Que hayamos sido unas bestias o no haber prestado atención a los mártires que
nos explicaban semejantes abstracciones no quiere decir que las matemáticas
sean difíciles, lo que ocurre es que usualmente rotulamos de mala manera lo que
nos aburre o simplemente nos importa poco y nada.
7) Quienes aman las matemáticas no son horrosos y psicópatas monstruos que
ameritan un capitulo en la serie “Dementes” de Investigation Discovery, son
personas que…les gusta las matemáticas, como a otros bellos seres normales,
derechos, humanos y hasta simpáticos les gustan ciencias que si valen la pena y
son dignatarias de nuestro amor y admiración como la medicina, la abogacía,
arquitectura, ingeniería, que, por cierto, todas ellas si no incluyeran a las
matemáticas, matemáticamente “la tendrían adentro”.

Por ende, queridos Drugos anti-números, no se le pedirá que entablen (vaya termino; las
tablas ¿vio?) una amistad, menos aun un amantazgo apasionado con las matemáticas
sino que simplemente las consideren como inevitables, útiles y si las mira con relativa
atención; interesantes. De ese modo usted colaborará con las generaciones venideras
para que no se agrupen masivamente en mesas de examen de diciembre o febrero
masticando bronca a ciencia y profesor, a pares e impares, ecuaciones e inecuaciones,
Pitágoras y Tales, sumas y restas, raíces y potencias, números naturales y números
racionales, números que aprueban la materias y números que hacen odiarla más todavía.

Desde San Juan, San Juan, Argentina

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