Flores que crecen cuando quieren.
Paredes recién pintadas de amarillo. Gotera.
Gotas de lluvia que golpean en la chapa. Hojas de araucaria que caen.
India que va y viene… Y se queda en su almohadón.
Vos estás dormida. Yo me acuesto a tú lado y pienso
que este lugar es más mío que cualquier otro en el que estuve.
Mi amor me ancla a esta casa, a tú compañía-
Ojalá siempre esté donde están mis afectos.
El lugar puede cambiar. Lo que no puede cambiar es ese aroma a azucenas
que creía no percibir y las flores de tilo que robamos en la calle San Martín doblando por Aráoz